Opinion

EN DEFENSA DE LA PROFESIÓN
Ojo al Charque
Constantino Rojas Burgos
Jueves, 15 Septiembre, 2016 - 23:45

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Hoy, ser periodista parece ser una amenaza para el gobierno que se dice ser del “cambio”. Las autoridades esperarían que los periodistas sigan una línea moderada y cautelosa, de solo repetir lo que dicen y hacenen su gestión y que no se refieran a hechos que son ocasionados por los mismos gobernantes y militantes del MAS, cuando sus funciones son, en verdad, hacer cobertura informativa, además de comentar y editorializar las noticias en la misión de orientar, generar opinión pública y ejercer el rol de “fiscalizador” de la cosa pública.

El periodista que ejerce su función en el marco del Código de Ética es blanco de ataques del presidente Morales y de las autoridades gubernamentales, que permanentemente se refieren de manera despectiva cuando se dirigen a la labor de los periodistas que recogen información, opinan y asumen una posición ante los hechos, pero que también destapan y dan a conocer hechos de corrupción, con las garantíasque les otorga la libertad de expresión reconocida e incorporada en la Constitución Política del Estado como un derecho universal.

Recordemos que de los periodistas ya se dijo que son “pollos de granja”, “vuvuzelas” que repiten como loros lo que dicen sus fuentes de información, que son “aliados de la oposición”, “agentes del imperio”, unos “bufones a sueldo y que cobran in plato de lenteja de Estados Unidos”, “cárteles de la mentira”. El Vicepresidente aconsejó que no se deba estudiar periodismo, ratificado por el presidente Morales en Bulo Bulo a un grupo de estudiantes que asistieron a la inauguración de la planta petrolera,a quienes pidió estudiar carreras petroleras y no así “periodismo”.

Esta actitud de las autoridades de gobierno de atacar permanentemente a los periodistas y los medios constituye un atentado a la libertad de expresión, que no solo está vigente para los periodistas, sino que se hace también extensiva a la ciudadanía en general, que garantiza el derecho a manifestar las ideas, la posición política e ideológica en el marco del pluralismo,la democracia y el respeto de los derechos humanos. Este derecho actualmente se encuentra amenazado y en riesgo por la imposiciónde una suerte de censura y autocensura.

Decir que no estudien periodismo es otro atentado a la libertad de elegir la profesión que uno quiera, en función de la vocación y del interés que tiene de formarse en una disciplina. Ni los padres de familia intervienen en la decisión que asumen sus hijos, salvo sugerencias, orientación, menos una autoridad de gobierno que no tiene estudios ni profesión, que no le gusta leer libros y que agradece no haber pasado por las aulas de la universidad. La elección de la profesión depende de cada uno, desde sus habilidades y destrezas, del interés y la motivación para desarrollarse como persona y profesional que aporta al desarrollo del país y el periodismo es una más de las profesiones que contribuyen a ese fin.

El periodista que desarrolla su trabajo sobre la base del Código de Ética, que enaltece los valores de laverdad, responsabilidad, libertad, honestidad, mesura, lealtad,defensa de la democracia, defensa de la libertad de expresión y de los derechos humanos,correrá siempre el riesgo de ser tildado como opositor o agente del imperio, pero curiosamente el gobierno no dice nada de aquellos periodistas que trabajan en medios gubernamentales y que se dicen ser “periodistas estatales” y que reciben publicidad y propaganda a borbotones y que se parcializan, sesgan la información, no dan la voz a la contraparte y que además editorializanlas noticias asumiendo posición para favorecer la estructura de poder del que reciben favores y beneficios. Una relación y trato discriminativo a un mismo gremio que debe aportar con información que contribuya a generar conciencia en el buen uso de la cosa pública de parte de nuestros gobernantes.

El autor es periodista y docente universitario