Opinion

POPULARIDAD DEL PRESIDENTE
Ojo al Charque
Constantino Rojas Burgos
Martes, 2 Abril, 2013 - 12:25

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La popularidad del presidente en la opinión pública boliviana no es muy estable y nunca será así, porque depende de lo que hace y dice en sus acciones y sus palabras. La opinión pública está pendiente de los aciertos y de los errores que comete el primer mandatario, sus  militantes de partido y de gobierno, porque se tratan de “hombres públicos” en permanente vitrina.

La popularidad del presidente Morales asciende cuando participa en foros internacionales y asume la defensa de la soberanía del mar y la necesidad de recuperar por la vía diplomática, tal que incluso la oposición emite comentarios favorables, porque se trata de un hecho histórico que deja muchas heridas para el país. Su popularidad sube cuando reclama a Piñera para liberar a los soldados detenidos en territorio chileno.

La popularidad del Presidente asciende por la estabilidad económica que vive el país, fruto de la acción del Ministerio de Economía y Hacienda Pública que logra imponer el peso boliviano en las transacciones bancarias y comerciales, pero son hechos aislados frente a las acciones que perjudican su imagen y su popularidad. Aquí señalamos un listado de lo que perjudica en la popularidad al Presidente.

El famoso gasolinazo, que incluso puso en peligro la continuidad en la Presidencia, los casos de narcotráfico y de corrupción, la represión de los marchistas indígenas del TIPNIS en Chaparina, sus permanentes viajes al interior del país para jugar fútbol e inaugurar canchas sintéticas, la comitiva a Venezuela junto a 100 personas para el entierro del Presidente Chávez, los permanentes insultos a la oposición y a la prensa.

La condecoración a Lionel Messi, su discurso para que los habitantes del trópico dejen de usar condón porque el país necesita mayor población, el nombramiento del Aeropuerto Juan Mendoza por Juan Evo Morales Ayma, flaco favor le hizo la Asamblea Departamental de Oruro al haber aprobado la Ley 045 y que tuvo que ser derogada por la presión social. La intromisión en el poder judicial, en la elección de las Presidentas del Senadores y de Diputados.

En fin, podemos seguir un listado de hechos que perjudican la popularidad del presidente Morales, precisamente por estas circunstancias a la que él mismo contribuye consciente o inconscientemente, su popularidad es variable y siempre será así. Está visto que la forma de ser del mandatario del país es así y no puede ser de otro modo.

Es indiscutible la popularidad del presidente Morales en el área rural, porque se trata de un gobierno que por primera vez en la historia del país, tiene un representante surgido de las entrañas de una comunidad campesina y de la dirigencia sindical, que logró el poder político y que además recibe el respaldo en el proceso de cambio que vive el país por las muestras de cercanía y “por que gobierna para ellos”.

En el área urbana no ocurre lo mismo, hay una especie de desencanto y desgaste, sobre todo en la clase media, que confió con su voto para que el país cambie y que “no gobierna para todos”,  prima la confrontación, el enfrentamiento y la falta de predisposición para atender sus demandas y que no siente representado en el actual gobierno.

Según IPSOS, Apoyo, Opinión y Mercado, la popularidad del Presidente alcanza al 59 por ciento a nivel nacional,  el Presidente dice tener el 70 por ciento de popularidad y que la culpable es la derecha que disminuye y manipula resultados de las encuestas.  Si revisamos datos de los últimos meses de IPSOS, advertimos que la popularidad del Presidente está  en permanente caída y que será un buen parámetro de lo que ocurra en las elecciones de diciembre de 2014.

Constantino Rojas es periodista y docente universitario