Opinion

UN CONGRESO ESTUDIANTIL INÉDITO
Ojo al Charque
Constantino Rojas Burgos
Viernes, 1 Mayo, 2015 - 12:54

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“Desconocimiento de las autoridades universitarias: Rector, Vicerrector y Secretario General, nombramiento en los mismos en el Congreso Estudiantil, vacancia de la actual docencia y convocatoria pública a profesionales del medio, además de insistir en el voto universal para la elección de autoridades”, son las resoluciones del Congreso instalado en la semana pasada, sin verificar la presencia del más del 50% de los 232 de los congresistas titulares.

La Federación Universitaria Local (FUL) emitió una convocatoria pública para la realización del Congreso en el mes de noviembre del pasado año. Faltando unos días para su concreción, se anunció la postergación hasta marzo. Nadie se recordó del congreso, salvo los dirigentes de la FUL, que, a raíz del conflicto sobre la titularización de docentes extraordinarios (legal, ilegal, legítimo, ilegitimo, justo, injusto), dieron origen a la improvisación, transgrediendo todas las normas universitarias y sin tener el suficiente quórum correspondiente que exige un hecho de esta naturaleza.

En la historia de la universidad, nunca se había dado un Congreso Estudiantil que asuma decisiones que corresponden a un Congreso Universitario, máxima órgano de gobierno y decisión de la Universidad Mayor de San Simón o el Consejo Universitario, máximo órgano de gobierno de la Universidad entre Congreso y Congreso, en el que participan docentes y estudiantes en el marco del cogobierno paritario, con una representación del 50% por cada estamento.

Además, debe quedar claro que las resoluciones de un Congreso Estudiantil o un Congreso de Docentes, para que tenga valor y vigencia para el gremio y se implemente su respectiva aplicación, debe pasar por un proceso de diálogo, negociación y concertación con los órganos de gobierno, que aceptarán o rechazarán la demanda en función de sus atribuciones que le confiere el Estatuto Orgánico de la UMSS.

La Federación Universitaria local, en su afán de solicitar la anulación de la resolución del Consejo Universitario de la titularización de docentes, prácticamente ha instaurado un congreso forzado, sin el quórum respectivo y que a veces funciona como asamblea; de ese modo, en esas condiciones, dicho congreso no se ciñe a las normas universitarias, que mal que bien, siguen vigentes entre tanto no se modifiquen o se actualicen la mismas.

Cabe señalar que el conflicto en la universidad persiste en su tercera semana y a pesar del diálogo realizado en al Arzobispado el jueves pasado, no se vislumbra una salida al problema. Los estudiantes continúan con su paro movilizado indefinido, los administrativos no pueden ingresar a sus fuentes de trabajo, porque las puertas de acceso al campus universitario se encuentran bajo en control de la dirigencia de la FUL, y decretan paro de 48 horas por los días lunes 4 y martes 5 de mayo. Los docentes, a pesar de haber levantado el paro general indefinido, no pueden retornar a clases.

La solución del conflicto pasa por negociar la resolución que reconoce la titularidad de los docentes extraordinarios en el Consejo Universitario, lo dice el Estatuto, única instancia de cogobierno que debe ser convocado por el Rector o por solicitud escrita de tres Consejeros con derecho a voz y voto. El problema no se soluciona en un Congreso Estudiantil inédito, improvisado y forzado por las circunstancias de crisis que vive la UMSS. Autoridades, docentes y estudiantes tienen la obligación de encontrar una salida concertada al conflicto.

Constantino Rojas es periodista y docente universitario.