Opinion

UNA CANASTA FAMILIAR SUFICIENTE PARA VIVIR
Ojo al Charque
Constantino Rojas Burgos
Miércoles, 2 Enero, 2013 - 11:45

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La canasta familiar entre otros, será uno de los temas de discusión en los primeros meses del año 2013. La Central Obrera Boliviana (COB) plantea una canasta de 8.300 bolivianos, El Ministro de Economía y Finanzas Públicas, por su parte, señala que esa demanda “está mal elaborada” y que es “obsoleta”, seguramente porque ese cálculo corresponde a febrero de 2011como base para la negociación.

De hecho, el Gobierno no tiene una contrapropuesta. Señala que es una solicitud muy elevada para el Tesoro General de la Nación (TGN); es más, según Arce Catacora, elaborar una canasta familiar desde la perspectiva del Gobierno llevaría por lo menos un año, pero no hay el intento de encomendar la tarea a expertos que con criterio técnico contribuyan a validar o rechazar la propuesta de la COB.

A partir de estas dos posiciones diametralmente opuestas ¿quién tiene la razón? Históricamente, resulta ser un tema recurrente porque se repite cada año, un tira y afloje entre trabajadores asalariados y el Gobierno. Cada uno justifica la necesidad o no de responder a una reposición salarial, ni siquiera se trata de un incremento del salario de los trabajadores.
La canasta familiar tiene su base en los bienes y servicios que adquiere la persona para cubrir las necesidades familiares, es un concepción que se maneja en los sindicatos, para cubrir las necesidades primarias para la sobrevivencia y está relación con la alimentación, vestimenta, transporte, estudios, vivienda, salud y también la diversión y su base está en correspondencia con el salario que percibe un trabajador por la venta de su fuerza de trabajo.
El salario es la retribución que recibe un empleado o un obrero por una determinada tarea llevada a cabo en una empresa, en una institución pública o privada y ese salario debe ser lo suficiente para cubrir las necesidades de una familia. Por eso, se habla del “poder adquisitivo del salario”, es decir, lo que percibe un trabajador debe poder ser suficiente para cubrir las necesidades vitales de una familia promedio.

El Papa Juan Pablo II, en su Encíclica “Sobre el Trabajo Humano”, se refiere al justo salario y dice que “una justa remuneración por el trabajo de la persona adulta que tiene responsabilidades de familia es la que sea suficiente para cuidar y mantener dignamente a una familia y asegurar su futuro”.

Quiere decir que en la relación trabajador – empresario debe existir una lógica de cumplir con las obligaciones de la justicia social, es decir, que el salario debe ser retribuido en función del trabajo y las responsabilidades que asume en la empresa y que ayude a satisfacer las necesidades primarias, pero también necesidades secundarias de cada persona y su familia.
Por tanto, la canasta familiar viene aparejada no a un incremento salarial, llamemos mejor reposición salarial que el Gobierno autoriza cada año, en función de la Tasa de inflación que este año concluirá con un promedio del 7%, (CEPAL), lo que implica considerar el Índice de Precios al Consumidor que no tiene lugar a discusión alguna en términos económicos.
La exigencia de la COB deberá estar en función de equilibrar la satisfacción de necesidades de los trabajadores, para compensar el incremento de los productos y servicios que no es posible eludir, porque las familias corren el riesgo de sufrir las consecuencias de una reposición salarial que no llegue a compensar el alza del costo de vida. Es un tema social y no debe ser enfocado únicamente con criterios políticos.

El autor es periodista y docente universitario