Opinion

EL LÍO DEL REFERÉNDUM
A ojos vista
Mario Mamani Morales
Jueves, 11 Febrero, 2016 - 22:04

Valorar: 
sin votos aún

Nos estamos haciendo tanto lío por esto del referéndum del próximo 21 de febrero. Se escuchan tantas torpezas y los discursos están muy lejos de interpretar la realidad de lo que el pueblo siente, quiere, busca y avanza. 

Los que hacen campaña por el “SI” quieren perpetuarse en el poder, sólo ellos y sus allegados más cercanos, no hay oportunidades para otros que sí creen en Evo y toda su política. El poder sea ha reducido a un coche pequeño del que no quieren bajar para nada los que lograron subirse, en ninguna parada, no hay campo para más y sólo ellos quieren acaparar todo.

Si somos más acuciosos veremos, por ejemplo, que en el oficialismo sólo están bien parados los ex constituyentes y sus amigos. Muchos se mantienen de ministros desde hace años, otros han sido diputados o senadores y luego pasaron a ser gobernadores, otros en las alcaldías, puesto de poder y decisión en el árbol del gobierno. Se turnan: Alcaldía, gobernación y poder central o viceversa. Han hecho de esa estructura un círculo cerrado, difícil de abrir por otros militantes que no son aduladores, jamás serviles; pero cuyas cualidades profesionales y de idoneidad nunca se valora. 

Al interior del grupo gobernante, el “instrumento político”, hay dos corrientes bien marcadas: los evistas y alvaristas. Para el propósito del referéndum han hecho un pacto de unidad férrea para que sus líderes que están en el poder se queden por tiempo indefinido, así ellos seguirán teniendo de dónde lactar bien.

En la campaña proclaman que si Evo no es presidente entonces volverán los “neoliberales”, vendepatrias, corruptos, privatizadores; quitarán los bonos para los niños, las madres, los ancianos, volverá el saqueo de nuestros recursos naturales, los indígenas y campesinos volverán a ser pongos, los pobres no podrán entrar a las plazas de las ciudades, la discriminación campeará por todas partes… ¡Se entrará el sol para los bolivianos!

¿Será cierto esta perorata? ¿Así de fácil? ¿Los bolivianos no hemos avanzado junto al proceso histórico de la humanidad? ¿Nos pueden manipular así fácilmente? ¿Se ha derramado en vano tanta sangre para que los serviles al imperialismo vuelvan con paso de parada? ¿Permitiríamos que los esbirros de las dictaduras y los gobiernos anti patria pasten por nuestras calles? ¿Los jóvenes de hoy soportarían los estados de sitio y aprenderían a caminar con el testamento bajo el brazo? ¿Exilios y confinamientos otra vez?

Si los que propugnan el “NO” quieren volver al pasado y piden revocatorio para acortar el mandato de Evo se equivocan igual o peor que creer que la luna ya no saldrá; que la noche de los bolivianos sea completamente oscura, que los asientos de piedra y adobe vuelva a la escuela… eso jamás. 

En ambos lados de la campaña por el referéndum para modificar o no la Constitución están equivocados. El pueblo el 2019, cuando se vuelva otra vez a las urnas para elegir gobierno no se equivocará, el voto determinará que una propuesta política y plan para hacer grande a Bolivia se consolide, además la sustentará porque es de su interés directo: salud, educación, trabajo, bienestar, igualdad social, no a la acumulación de riqueza en pocas manos, no ciudadanos de primera, segunda o tercera clase. Bolivia libre, soberana y no segundo patio de nadie ni de ningún poder.

Dentro de la elección del “NO” está una multitud de bolivianos que exige la ampliación y profundización de la democracia, más participación de todos, oportunidades para los mismos militantes del cambio que ven azorados cómo se reparten la torta sólo en el grupo pequeño que rodea a palacio. Es suficiente mirar en qué ministerios están siempre los mismos, aplicando una política de nepotismo por años y eso debe cambiar, que no significa pedir que se vuelva al pasado. El proceso de cambio no es atribución privativa de nadie en particular, exigir más democracia no es retroceder en la historia, es más bien profundizarla.