Opinion

FALSAS MOVILIZACIONES
A ojos vista
Mario Mamani Morales
Martes, 21 Mayo, 2013 - 17:33

Valorar: 
sin votos aún

Las movilizaciones de los últimos días ocurridos en el país nos recuerdan a los tiempos cuando los trabajadores afiliados a la Central Obrera Boliviana, COB, y los campesinos marchaban enfrentados: los primeros en contra de las dictaduras y las reivindicaciones para el pueblo, los otros defendiendo el Pacto Militar Campesino que era rechazar toda ideología con tendencia izquierdista, entonces liderado por Barrientos en el poder.

Las movilizaciones convocadas por la COB tenían un objetivo salarialista con la propuesta de “salario mínimo vital” y se mantenían incólumes los principios de la nacionalización de las minas, de los ferrocarriles,  profundización de la reforma agraria y la independencia política, lucha contra el imperialismo e inclinación al pensamiento de izquierda que estaba en boga luego de la Revolución armada en Cuba.

Los campesinos estaban al lado del poder, esto decir, junto a las dictaduras militares de entonces. Barrientos, que por su origen hablaba bien el quéchua, una vez sentado en Palacio, sedujo a los campesinos con su discurso anticomunista, por lo tanto, los “rojos” del sindicalismo obrero eran los enemigos. La historia de Bolivia recoge cómo muchos líderes del agro se convirtieron en acérrimos enemigos de sus hermanos convertidos en obreros porque ya no tenían tierras.

Cuando se recupera la democracia en 1982 y durante casi 20 años siguientes, obreros y campesinos marchan juntos por las reivindicaciones para el pueblo. Los mineros, como sustento de la COB, logran la “cogestión obrera mayoritaria” en las minas administradas por la COMIBOL; por su parte los campesinos, a través de la CSUTCB, participan en la Corporación Agraria Campesina, CORACA. ¿Triunfo o fracaso? ¡Vaya uno a saber!

Como en la vida todo cambia, resulta que hoy se presenta a la COB como defensora de quienes ganan igual o más que el Presidente, por encima de 18 mil bolivianos, pues sólo en Huanuni cifras oficiales señalan que cerca a 400 trabajadores perciben estos haberes; mientras que la mayoría del pueblo boliviano lucha por alcanzar el mínimo nacional que hoy es de 1.200 Bs mes o lo que es el haber básico de un maestro que sobrevive con Bs. 1.800, esto con el último incremento del 8%.

Es que las movilizaciones actuales han permitido desnudar la mentira de que el salario máximo en el Estado de Bolivia había sido del Presidente. Con razón los rectores de las Universidades públicas exigieron que el primer Mandatario se suba sus haberes, así lo hizo al elevarse sus ingresos de 15 mil a 18 mil bolivianos mes.

Si bien es cierto que se habla hoy de la mina de Huanuni y los salarios de los trabajadores: ¿cuánto más se oculta a los bolivianos? ¿Son sólo estas 400 ó 500 personas que ganan estos montos en el país? ¿Qué en ENTEL o YPFB? ¿Se maneja con transparencia los haberes que se perciben en las empresas del Estado? ¿Es esto reducir la distancia entre pobres y rico?

A convocatoria del gobierno, la multitud de campesinos que hacen a las organizaciones sociales, salen a las calles, junto a otros sectores del pueblo,  marchando en contra los dirigentes de la COB y sus jugosos sueldos. En los hechos se quiere demostrar que los izquierdistas de ayer, que luchaban por las reivindicaciones de la mayoría, hoy son los enemigos. Cosa más falsa; pues los afiliados a la COB siguen siendo obreros, aquellos que venden sus fuerzas de trabajo al patrón que es el Estado, ellos no tienen tierras y ni son dueños de los medios de producción.

Si el gobierno actual ratifica su posición de tener una visión socialista en el manejo del Estado y tiene el apoyo de la mayoría del pueblo boliviano, son estas brechas de desigualdad que debe erradicar, no es malo que un trabajador aspire a tener mejores ingresos; pero no puede dejar de mirar atrás y ver el conjunto de la clase trabajadora y el pueblo. Es cuestión de formación y principios que debe ser profundizado en su discusión entre quiénes se dicen ser el sustento del instrumento político.

Si en un tiempo los campesinos fueron utilizados en contra del socialismo y el comunismo, los mineros y la COB a favor de la izquierda, no puede hoy querer mostrarse posiciones a la inversa. El pueblo boliviano sigue ávida de mejores condiciones de vida, por lo tanto, discursos en falso no tienen cabida.