Opinion

HEGEMONÍA EN EDUCACIÓN
A ojos vista
Mario Mamani Morales
Miércoles, 6 Febrero, 2013 - 09:42

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sin votos aún

Concluyó el Congreso Nacional de los Maestros Urbanos de Bolivia y dejó demostrado que más prima el interés político partidarios antes que los problemas reales de los trabajadores en educación, además el evento dejó tranquilo al gobierno del MAS-IPSP,  porque podrá aplicar sin ninguna oposición la nueva Ley 070, “Avelino Siñani-Elizardo Pérez”.

Dos son los Frentes que desde hace décadas se presentan como antagónicos tradicionales dentro del magisterio: el Partido Comunista de Bolivia (PCB) y el Partido Obrero Revolucionario (POR), éste último no puede lograr mayoría de votos para encaramarse al control de la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia, CTEUB, una de las más grandes organizaciones sindicales que sobreviven en la coyuntura actual.

Por décadas, el PCB siempre obtiene votos de algunas federaciones departamentales; pero más suma en las regionales, que son sindicatos provinciales, a quienes la CTEUB les asiste  económicamente  para que asistan tanto a Congresos, Conferencias y otros eventos nacionales. Se critica este hecho porque también tiene el control de la lealtad, según surgen voces al interior del magisterio urbano boliviano.

El Congreso último llevado a cabo en San Ignacio de Velasco, siempre en el ámbito político, tuvo otra particularidad: la alianza del Troskismo con el Movimiento Sin Miedo (MSM) en el intento de derrotar al PCB para apoderarse de la dirección sindical; pero aún así no se alcanzaron los votos suficientes, demostración plena de que la extrema izquierda y la derecha también pueden marchar juntos cuando se trata de intereses de poder.

Apareció otro Frente con militantes y simpatizantes del MAS-IPSP,  que esta vez no se aliaron al PCB o viceversa, porque la anterior directiva de la CTEUB tenía esa combinación: PCB-MAS; ahora el comunismo no tuvo necesidad de los votos masistas, aunque en el fondo el oficialismo continúa en la dirección sindical del magisterio porque no es secreto que el Partido Comunista tiene alianza en el gobierno.

La Ley 070 ASEP irá en boga, es más, en ninguna parte del país existe una oposición férrea a esta política educativa que comienza a implementarse desde la presente gestión, salvo algunas observaciones como la necesidad de mejorar el nivel académico y profesional del Programa de Formación Complementaria, PROFOCOM, que tiene bajo su responsabilidad los cursos de licenciaturas y maestrías para los maestros de Bolivia; discutir el currículum regionalizado y el nuevo sistema de evaluación que se halla en construcción.

¿Seguirán las designaciones a dedo en los cargos jerárquicos? ¿Las institucionalizaciones continuarán siendo sólo para los allegados al gobierno? ¿Los del PCB seguirán fabricando candidatos a cargos claves porque su militancia no les alcanza? ¿Volverán los tapiados en acuerdo con el gobierno como supuesta medida de presión? ¿Quiénes no inclinan la cabeza a las injusticias siempre serán marginados? ¿No valdrán los méritos y la antigüedad para acercarse de provincias a las ciudades? ¿Continuarán apareciendo ítemes con nombre y apellido digitados desde arriba? ¿Es ésta también política del gobierno en acuerdo con la dirigencia sindical?

Se demuestra que en los discursos de ambos bandos, PCB-POR, el objetivo sólo es eliminar al contrincante, minimizarlo y ridiculizarlo; los verdaderos intereses de los maestros de base, aquel docente que se halla en el último rincón del Estado Plurinacional, no aparecen. Si algún beneficio logra tener, entonces debe ir a la huelga, la movilización, la marcha y si rebaza a la dirección sindical que vela el intereses de quienes gobiernan hoy, entonces aparecen algunas horitas más de trabajo, de 72 a 80 ó a 96 en el mejor de los casos; pero el gobierno sale con que ésta no es una conquista, sino fruto de la nacionalización de las empresas que logran mayores ingresos al Estado, entonces viene la nivelación de horas.

El magisterio boliviano sigue siendo el sector profesional más postergado, con salarios de hambre, con horas de trabajo adhonorem porque debe cumplir su misión de maestro, sin políticas de acceso a viviendas, nada de incentivos económicos y sociales como ocurre en países que apuntan al socialismo, donde los maestros y los médicos son los más reconocidos.

No hay duda que la educación es un hecho social, por tanto político, lo malo es que sobre esa base se hace politiquería partidaria, no importa a qué costa, se trata de llevar más corriente de agua hacia un molino que no forma sindicalistas con ideología y pensamiento propio, sino sólo aprovechar las circunstancias.