Opinion

IDENTIDAD DOCENTE
A ojos vista
Mario Mamani Morales
Miércoles, 14 Octubre, 2015 - 11:13

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Hubo una primera etapa en la formación del magisterio que no era necesario contar con el título de bachiller, es decir, no se exigía el haber concluido la secundaria, además esta profesión estaba bifurcada de manera marcada en rural y urbano.
No había tantas Escuelas Normales como; sólo para mencionar: Warisata en La Paz, Sacaba (Cochabamba) y otra en Puna (Potosí), donde se formaban, de manera integral, a los educadores para el área rural. Para urbano la formación estaba en la “Mariscal Sucre” de la Capital de Bolivia y en ambos casos los egresados de estas Normales hicieron historia porque escribieron páginas muy significativas en educación.
Posteriormente, a partir de la década de los 70 del pasado siglo, se aperturaron un sin número de Escuelas Normales a lo largo y ancho del territorio nacional, ya para ingresar a los nuevos centros de formación de maestros se exigía el diploma de bachiller; pero el grado académico con que se egresaba no precisaba el nivel dentro del consenso de las profesiones; sólo se ostentaba el ser “Maestro Normalista”.
Con la Ley 1565, de Reforma Educativa de los años 90, las Normales pasaron a ser parte de las Universidades, públicas y privadas, sus autoridades no fueron egresados de estas Escuelas sino formados en las carreras tradicionales del sistema universitario, por tanto, sin ningún conocimiento técnico pedagógico; pero a los que culminaban sus estudios en los Institutos Normales se les reconocía el grado académico de Técnico Superior.
Todo esto viene a propósito de que en la formación inicial docente no hubo una claridad definida como política de Estado, ni siquiera como gobierno porque siempre al “profesor” se lo relegó a último plano, la quinta rueda del camión, por lo tanto, muchos de los egresados como Maestros no tenían una identidad total con su carrera, el asumir con decisión el ser trabajador de educación estaba dejado a menos.
En este devenir de la carrera docente, los maestros no veían otra oportunidad que ingresar a la ciudad luego de al menos dos años obligados en provincia, y elegir una carrera universitaria, esto para los urbanos, en el sector rural el premio era ser dirigente sindical con declaratoria en comisión e ingresar también a la Universidad para abrazar, generalmente la carrera de Derecho, he ahí por qué muchos maestros combinan su trabajo de aula con el bufete o simplemente dejaron de ser “profesores”.
Con la Ley 070 ASEP, vigente desde el 2010, la formación docente toma nuevos rumbos; primero, se garantiza que el título con que se egresa de la Escuela Superior de Formación de Maestros es de Licenciatura, previo estudios de cinco años, los docentes antiguos pueden también acceder a la licenciatura si hacen los cursos a la carrera de la oferta del PROFOCOM, segundo, pueden lograr la maestría y tercero, cobijarse a otros cursos que se ofertan a través del Ministerio de Educación, entendida como capacitación permanente.
¿Así se logra la identidad docente? , es decir, ¿se ama la profesión? ¿Ya no habrá maestros que corran de la escuela a la Universidad y viceversa para lograr otra profesión? ¿Se ha mejorado la calidad y pertinencia en la educación? ¿Todavía es corto el tiempo para evaluar?
Lo que no está definido con claridad es quiénes accederán a la formación inicial docente. Antes era una alternativa para ganar tiempo y tener trabajo seguro no siendo bachilleres, en los últimos años, con algunas excepciones, la normal era una posibilidad de estudio para quiénes no lograban aprobar el examen de ingreso a la Universidad, es más, con huelga de hambre, marchas de protesta, rebaja de notas para aprobar la admisión y otras medidas de presión.
La experiencia de la carrera docente en otros países que lograron el desarrollo es que son maestros los mejores bachilleres, es decir, los más destacados en el estudio durante la secundaria y rigurosamente seleccionados, no cualquiera puede ser profesor. ¿Se ha pensado en esto en el país? ¿Y la paga? ¿Los licenciados, masters, doctores en educación seguirán recibiendo haberes de hambre? ¿Los títulos sólo serán eso?