Opinion

JUVENTUD EN EL ESTADO PLURINACIONAL
A ojos vista
Mario Mamani Morales
Martes, 20 Septiembre, 2016 - 17:55

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El 21 de septiembre, a partir de febrero de 2013, se celebra en el país el Día Plurinacional de la Juventud Boliviana; además la tradición menciona que también es el día del amor, de las flores, del estudiante, la primavera…

No hay duda que nuestras calles, las plazas y los parques están llenas de gente joven; en los actos cívicos departamentales y nacionales se observa tanta juventud vistiendo uniforme de gala y que pasan por el Altar de la Patria, despertando emoción en el público y el aplauso cerrado de los familiares. ¡Bolivia tiene juventud!

Sin embargo, las estadísticas indican que esta población tiende a disminuir. El INE en sus últimos boletines informativos sostiene que el 23,9% de los habitantes del país está comprendido entre 16 y 28 años, y las proyecciones señalan que las personas de 60 años y más van en aumento, tiende a duplicarse en los próximos años.

Es la gente joven, incluso profesional con título universitario y varios postgrados, que va en busca de trabajo, contrariamente la gente adulta se aferra a la fuente laboral pese a que ya sobrepasa los 64 años, prefiere seguir trabajando porque la jubilación no es expectativa para su economía.

Si somos observadores en nuestro entorno, sólo en la Universidad y el magisterio en general, los docentes mayores son mayoría, no dan paso a los jóvenes a ingresar a este campo.

El país muestra cambios significativos en el comportamiento de la población clasificada en edades; por ejemplo, los mayores de 50 años vivieron la juventud del “amor y paz”, con tendencia ideológica de izquierda, identificados con la lucha contra las dictaduras, la opresión; pocos mantienen invariable una posición política y muchos se pasaron al otro lado por la conveniencia y la ausencia de identidad.

Los jóvenes de hoy tienen otra vivencia: disfrutan de la tecnología; es curioso ver en nuestras plazas cómo la atención está centrada en el celular, no ven a nadie más, menos saludan, caminan concentrados en el aparatito en mano. ¡Vaya uno a saber qué les tiene tan entretenidos! Además están envueltos en el mundo del consumismo, no les interesa tener una formación ideológica-política, siguen la corriente de los mensajes contrarios a un político o a favor sin detenerse a considera profundamente que por detrás hay una ideología. 

En la democracia que se vive no hay mucho que preocuparse por convicciones ni ideologías.

El acceso a la educación es amplio en relación a las décadas anteriores. Según las autoridades del ramo, más del 95% de la población en edad escolar asiste a las aulas, en analfabetismo se ha reducido significativamente en la población joven. Hoy no es raro encontrar jóvenes con formación de bachillerato en empleos antes sólo destinados a gente con poca escolaridad, inclusive en la minería.

En el sistema educativo se ha impuesto que dar tareas en vacaciones en un delito, sujeto a sanción al maestro que así lo haga; la maestra ha dejado de ser la segunda madre; más bien puede ser sujeta a proceso disciplinario si llama la atención al alumno de manera severa. Los libros ya resultan obsoletos, más puede el “copiar y pegar” como trabajo de “investigación”. 

¿Qué principios y valores asumen los adolescentes y jóvenes de hoy? ¿Somos los adultos corresponsables de esta realidad? ¿Se trata de dejar hacer y dejar pasar? ¿No debería ser motivo de reflexión el Día Plurinacional de la Juventud de Bolivia? ¿Será suficiente la farándula, la fiesta y los abrazos por la primavera?

La realidad nos demuestra que no sólo es cuestión de ofrecer mejores aulas en la escuela, sino de contenido.