Opinion

SALARIOS
A ojos vista
Mario Mamani Morales
Martes, 16 Mayo, 2017 - 17:09

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Las diferencias de los ingresos económicos hacen que en Bolivia los ciudadanos estemos muy lejos a vivir un movimiento al socialismo. Al igual que en los tiempos de los gobiernos neoliberales, la distancia de las percepciones salariales nos desunen y surgen los descontentos, más aún si se tiene en cuenta que los más privilegiados económicamente, en su mayoría, no son un aporte al país.

Quienes perciben mensualmente un promedio de 14 mil bolivianos están en las gobernaciones y las alcaldías, son los asambleístas y concejales. Cada uno de ellos con asesores personales, gente de apoyo y gastos de representación, acostumbrados a ser adulados, muchos de ellos sentados en sus curules por muchos años consecutivos o intercalados porque apostaron a agrupaciones políticas de diferentes colores, lejos de sostener ideología, posición y principios. ¿Se da cuenta?

Con ingresos mensuales superiores a los 17 mil bolivianos están, en similar situación que los anteriores, los diputados y senadores de la Asamblea Legislativa Nacional. Ahora ha tomado revuelo el anuncio de que se incrementaron sus haberes en algo más que 22.000 Bolivianos mes, fuera de cartas y espadas, es decir, pasajes, viáticos, gastos de representación, asesores personales, gente de apoyo en cada momento. ¿A cuántos los conocemos por su efectiva participación y aporte al país?

Por la práctica del nepotismo político, cuando dejan un curul en la Asamblea, inmediatamente son nombrados ministros, viceministros, embajadores o por lo menos cónsules; siempre con buenos ingresos económicos; a nivel departamental son secretarios generales, directores o por lo menos asesores en la cúpula administrativa. Rotan en los cargos de aquí para allá; pero siempre asidos al carro del poder. Así transitamos en el movimiento al socialismo.

Por otro lado las diferencias que nos distancian están entre quiénes tienen alta especialización en algunas áreas específicas: hidrocarburos, minería, agroindustria, telecomunicaciones, empresas de consumo masivo cuyos ingresos mensuales oscilan entre 40 mil a 60 mil bolivianos mes; dos o tres veces más que el sueldo del presidente de Bolivia; pero son pocos; gozan de bonos de desempeño, atención de salud exclusiva, seguros de vida, préstamos, servicios en telecomunicaciones corporativos, servicio de comedor y otros privilegios.

No podemos dejar de mencionar que también los sueldos y salarios son altos en algunos niveles de la Universidad boliviana, no todos porque una mayoría son docentes invitados o a tiempo horario, éstos son los explotados; diferencias, existen.

En las instituciones públicas hay varias que transparentan el ingreso mensual de sus empleados o funcionarios que en promedio van desde los Bs. 17.000 en la alta gerencia y Bs. 4.000 para el personal de servicio. Un profesional intermedio cobra al menos Bs. 13.000 al mes. ¿Quiénes pueden acceder a estos cargos? ¿Cómo se los nombra o designa? La empresa privada es otro asunto, allí si se paga bien, pero el empleado o trabajador debe ser competente, sino, patitas a la calle.

Un licenciado en educación (antes maestro o profesor)  ahora ganará Bs. 2,477.64 como haber básico, para doblar este sueldo deberá haber trabajado al menos 20 años y haber ascendido de categoría. ¡Vaya diferencia en un país que se dice marchar hacia el socialismo! Para un ejemplo socialista: en Cuba, los mejores pagados son los trabajadores en Educación y Salud. Los representantes nacionales (parlamentarios) son obreros, trabajadores y gente del pueblo, no perciben dietas especiales.

Con esta mirada, se hace necesario revisar estas diferencias entre bolivianos, de lo contrario, el discurso de que el Estado Plurinacional avanza hacia el socialismo es pura mentira, discurso u oportunismo para pocos. Al igual que en las épocas de regímenes anteriores, la distancia ya es abismal entre los arrimados al poder y el pueblo.

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