Por Marcelo De la Cruz
Hay cosas que hay que confirmar esta semana: una es que al Tigre y Bolívar la gente los va a ver masivamente en la Copa Libertadores y que el abandono de tribunas es solo en el Torneo local. Dos, que de local podemos ganar una clasificación no solo para estas instituciones, sino que también, para el fútbol Nacional le sirve mucho para entrar en la palestra. Que nunca está de más.
Bolívar llega mejor en la Copa y con una victoria podría “cuasi” clasificar a una siguiente fase. El celeste viene del gran resultado en Asunción con mucha espalda ancha y puntos en mano. Beñat tiene su jerarquía en Copa Libertadores diferente y sus hombres saben que Bolívar en el campeonato más antiguo se motiva de una manera mejor.
The Strongest debe vencer a un grande del Brasil, Fluminense, eso solo para cumplir el guion porque falta aún el Cristal de local para soñar en pasar a la siguiente fase. Para el Tigre ahora la duda es su técnico Biaggio que mostró poco desde que volvió al club; pero sabemos que la copa potencia a los locales, y en el caso del Gualdinegro mucho más por la necesidad de sumar para no sufrir más adelante.
Juegan los dos más grandes del país, aún están en carrera y lo interesante sería llegar a la medianoche del jueves diciendo que parte de la tarea está cumplida. Tienen la misma presión que también es demostrar a los demás que se puede, tienen la presión de que si fallan hasta en la renta mensual pueden fallar los números. No hay dudas de sus capacidades, pero sí de sus condiciones. El viernes esperemos escribir acerca de la gloria que da la victoria y no de la sutileza de lo que es un repaso de las decepciones.
