Opinion

A fuego lento, hacia Venezuela
Serotonina
Ivan Arias Duran
Martes, 22 Agosto, 2017 - 09:51

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Inexorablemente y con la astucia de los zorros, el régimen avanza y arrasa sin importarle, siquiera, las formas. El norte del gobierno boliviano es transitar la ruta bolivariana de Venezuela y los bolivianos parecemos no caer en la debida cuenta. El gobierno a estas alturas, “le mete no más” porque ya solo importa su objetivo: atornillarse en el poder a como dé lugar. Y no es que estas pretensiones las estén ocultando o diciendo entre dientes. No!. Lo expresan abiertamente, sin sangre ni rubor en el rostro: “¡Carajo! Nosotros vamos continuar aquí en la plaza Murillo 500 años”. Así el viceministro de Descolonización, Félix Cárdenas, se refirió al Pachacuti (tiempo de cambio), que a su criterio sólo tiene su inicio con Evo Morales y dará pasó a un gobierno “indio” para los próximos cinco siglos. (Erbol, febrero, 2017). Mientras el continente le da la espalda, a nombre de todos los bolivianos, el Presidente cierra filas a favor de Maduro "Desconocer Constituyente venezolana es desconocer su democracia y su Constitución. Atentar contra este país es atentar contra América Latina"(Twitter @evoespueblo).

 

En Venezuela el régimen formó a los colectivos ciudadanos como agrupaciones paramilitares para defender al régimen y, hoy, actúan bajo la égida del gobierno atemorizando y matando a sus propios compatriotas a nombre de defender la revolución bolivariana. Pues bien, en Bolivia, el sábado 7 de agosto, en la parada cívico-militar (similar al pacto militar-campesino) han nacido las fuerzas patrióticas, a la cabeza de las bartolinas, para defender el proceso de cambio. Ahí mismo el gobierno arengo a las FFAA para que defiendan a los países del imperialismo. “En todo caso, este no es un aspecto novedoso, tomando en cuenta que el Gobierno ha sometido a las Fuerzas Armadas a su proyecto político, a cambio de concesiones,  prebendas y cargos en el Gobierno o en el servicio exterior para los generales retirados” (editorial, pagina siete, 10 de agosto)

 

Nos están refregando en la cara su agenda 2025 y nosotros seguimos sin darnos cuenta que el camino es seguir en el poder más allá del 2019, porque Evo es imprescindible y “el hermano Vicepresidente es insustituible”. Como ya no hay plata de los hidrocarburos para chauchitar, el régimen se ha lanzado hacia las áreas protegidas, parques nacionales y TCOs para repartir a sus bases cocaleras, colonizadoras, cooperativistas y empresariales concesiones y territorios para que los exploten a su gusto. Pero, eso sí, les garanticen, su permanencia en el poder. Y los bolivianos seguimos creyendo que el tema de la coca-narcotráfico es un problema de los cocaleros y que, el tema de las áreas protegidas es un problema de los indígenas. Cuando, en realidad, en las políticas que hoy aplica el gobierno, se está jugando el futuro de todos los que vivimos en esta patria. Narcotráfico y destrucción de nuestros bosques es algo que nos afecta a todos los bolivianos y por eso debemos ser consultados vía referéndum para saber si estamos de acuerdo o no en que se siembre más coca para el narcotráfico y si estamos de acuerdo o no en que se destruyan nuestros bosques.    

 

 Para reflexionar y  entender lo que nos pasa a la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas de nuestra amada Bolivia, voy a recurrir a la fábula “La rana que no sabía que estaba hervida” de Olivier Clerc (1961): “Una cacerola llena de agua fría en la que una pequeña rana está nadando. Se enciende un pequeño fuego que va calentando el agua lentamente. Poco a poco, el agua se va poniendo tibia. La rana encuentra la situación muy agradable y sigue nadando muy a gusto. La temperatura del agua va subiendo. Empieza a estar caliente; bastante caliente. La rana ya no goza como antes, se siente un poco cansada, pero no por eso se asusta. La temperatura sigue subiendo, cada vez más. Está muy caliente. La rana comienza a encontrar la situación desagradable, pero está tan débil que decide seguir aguantando sin hacer nada. La temperatura continúa subiendo aún más, mucho más, hasta que llega un momento en que la rana termina cocinándose y muriendo”. 

 

Ahora bien, imagínese el caso en que la rana salta a una olla de agua hirviendo comprobara que sale enseguida porque siente el peligro. Olivier Clerc, en una entrevista decía: “En nombre del progreso, de la ciencia, y del aprovechamiento, se efectúan continuos ataques a las libertades individuales, a la dignidad, a la integridad de la naturaleza, a la belleza y a la felicidad de vivir. Lenta, pero inexorablemente, con la constante complicidad de las víctimas, inconscientes, o quizás incapaces de defenderse.”

 

A estas alturas del partido, me pregunto y pregunto a todos: estamos los bolivianos siendo cocinados a fuego lento, dejando que nos quemen hasta el punto que no tengamos retorno y nos quede sólo que aceptar nuestra propia perdición?

 

Ivan Arias Duran

Ciudadano de la Republica de Bolivia