FALTABA HASTA PARA LA GASOLINA
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Sucremet, subsidiaria de Fancesa, al borde del abismo financiero: ¿Es el cierre la única opción?

Sucremet es dedicada a la metal mecánica.

Por Iván Ramos - Periodismo que Cuenta

Sucremet, la subsidiaria de la corporación Fancesa, se encuentra en una situación delicada que ha llevado a la mayoría de sus directores a recomendar un cierre ordenado como medida para evitar mayores gastos y profundizar en el agujero financiero en el que se encuentra inmersa la Fábrica Nacional de Cemento Sucre (FANCESA).

Sucre Metales Industriales, conocida como Sucremet, es una empresa con sede principal en Sucre y se dedica a la fabricación de metales estructurales. Fundada en 2010, opera en el Parque Industrial de la zona de La Jastambo.

La empresa demanda una planilla de 97 mil bolivianos mensuales con una carga laboral de 22 empleados, entre los cuales se encuentran tres ejecutivos: un gerente general, un jefe de planta y un asistente administrativo. Según los directores consultados por Erbol, el resto de los trabajadores son obreros encargados de ejecutar los proyectos.

El Directorio de Sucremet está compuesto por tres directores y un síndico designados por cada una de las copropietarias: la Universidad SFX, la Gobernación y la Alcaldía de Sucre.

La crisis que atraviesa la empresa es preocupante, ya que durante el año 2021 acumuló una deuda salarial de diez meses, lo que evidencia las dificultades financieras que enfrenta.

"La situación era tan precaria que ni siquiera contaban con los recursos necesarios para cubrir los gastos básicos, como la gasolina de los vehículos", afirma uno de los directores consultados. Además, existe una falta de confianza generalizada en el trabajo realizado por Concretec, lo cual ha agravado la situación de Sucremet.

En este contexto, los copropietarios de la empresa coinciden por separado en la necesidad de un cierre definitivo de Sucremet, considerándolo como la mejor opción para afrontar los desafíos financieros. Durante el período fabril 2022-2023, las pérdidas alcanzaron la cifra de un millón de bolivianos.

Sin embargo, la postura de la Federación de Fabriles, liderada por Jorge Mita, difiere de la de los copropietarios. Mita argumenta que el cierre de Sucremet no cuenta con su respaldo, ya que implica la pérdida de una fuente laboral significativa. Además, destaca la dificultad y el costo que representa generar nuevas fuentes de empleo en la región.