En un contexto con hechos violentos por parte de la seguridad brasileña hacia los hinchas argentinos, tuvo lugar el partido por la sexta fecha de las clasificatorias mundialistas entre Brasil y Argentina. Un cotejo que pudo suspenderse por la represión de la policía local, finalmente fue disputado y ganado por el equipo visitante, que ante la impotencia de no poder colaborar con su público sometido, encaró el partido como una final, consiguiendo las tres unidades en juego.

  El partido comenzó con 27 minutos de demora luego de que la Policía reprimiera a los hinchas de la Selección argentina. El único gol lo convirtió Nicolás Otamendi, propinándole a su clásico rival su primera derrota como local en la historia de las Eliminatorias tras 65 presentaciones.

El campeón del mundo demostró que está más vigente que nunca y se quedó con el primer lugar de la tabla de posiciones con 15 puntos. Mientras que la ‘canarinha’ bajó hasta la sexta posición con siete puntos, complicando su clasificación al Mundial.