Joaquín Monasterio presentó su renuncia como director técnico de The Strongest luego de la derrota por 1-0 ante Real Tomayapo, registrada el pasado jueves. Tras el encuentro, el entrenador realizó una autocrítica, aunque también puso en contexto su gestión al recordar que, desde su llegada, había advertido la necesidad de reforzar el plantel para encarar con mayor solidez la recta final de la temporada.

El estratega explicó que solicitó al menos un refuerzo por línea, pero que varias de esas incorporaciones no pudieron concretarse por diferentes motivos administrativos y contractuales. En ese sentido, detalló casos puntuales de futbolistas que no lograron ser habilitados o que debieron desvincularse, lo que, a su criterio, limitó las variantes disponibles en un equipo que se había ganado el derecho de pelear el título.

Monasterio remarcó que The Strongest afrontó un calendario exigente, con la obligación de competir en dos torneos de manera paralela, situación que terminó generando desgaste en momentos clave. Según su análisis, los partidos decisivos frente a rivales de mayor jerarquía se definen por detalles, y para ese tipo de encuentros se requiere mayor rotación y profundidad de plantel, aspectos de los que el Tigre careció en esta etapa. 

Finalmente, el ahora ex entrenador atigrado aseguró que se va tranquilo con el trabajo realizado, convencido de que los planteamientos fueron acordes a las posibilidades del equipo. Si bien reconoció que faltó jerarquía para sostener el rendimiento en los encuentros determinantes, sostuvo que el grupo respondió dentro de sus límites y que las decisiones tácticas no fueron el factor determinante en la derrota que precipitó su salida.