Ante crisis por la minería e incendios, piden tratar una ley de desarrollo sustentable en la Amazonía

Ante los incendios, la minería ilegal y la deforestación que amenaza a la Amazonía, 13 representantes del Bloque de Organizaciones Campesinas e Indígenas del Norte Amazónico de Bolivia (Bocinab) llegaron a la sede de Gobierno para pedir el tratamiento del Proyecto de Ley Bruno Racua. La norma, que ya lleva 14 años de espera en el Legislativo, tiene como fin la preservación de dicha región.
“Desde las bases hemos trabajado en una normativa para proteger la Amazonía. Hace más de 10 años que estamos tratando que se apruebe. Ya hemos hecho la reposición de la norma cinco veces y no pasa nada, hay otras leyes que en uno o dos meses la aprueban, parece que no hay voluntad política”, señaló Rodrigo Medina, representante de la Federación Campesina Regional Madre de Dios del Bocinab, de acuerdo a una nota de prensa.
El artículo 390 de la Constitución Política del Estado indica que esta región estratégica “se regirá por ley especial en beneficio de la región y del país”. Sin embargo y pese a los esfuerzos, el tratamiento de la propuesta se ven pospuestas, precisamente, porque la región alberga recursos que son considerados estratégicos.
El proyecto de Ley Bruno Racua, el gran héroe tacana de la Batalla de Bahía, intenta imprimir el aliento de las comunidades campesinas e indígenas, y su historia de contribución a la economía del país, desde la extracción de goma en condiciones de mucha precariedad hasta las intensivas zafras de castaña sin nunca acceder al control de los precios y dejando su esfuerzo en ese trabajo y el cuidado del Bosque.
“Queremos conservar todo lo que hay en nuestra Amazonía, nuestra diversidad. Queremos un desarrollo sostenible en el tiempo, pero también darle su valor agregado y hacer un manejo de todos los frutos amazónicos que tenemos en el bosque… poder trabajar a través de ello. Otras empresas hacen planes de manejo con contratos muy discriminatorios, hacen una deforestación que ocasiona sequías. Además la minería ha entrado con fuerza contaminando nuestros ríos. Ya no podemos soportar esta situación”, manifestó Medina
En el último año, si bien la castaña ha elevado sus precios de forma inusual, esto no supone un avance en el desarrollo económico familiar y comunitario. Las mayorías poblacionales, campesinas e indígenas de la región amazónica, sufrieron las consecuencias de la crisis ecológica y climática, pues la disponibilidad de la castaña en el bosque ha bajado considerablemente, lo que generó el alza.
Pese a los avances en el saneamiento y titulación de tierras, la capacidad de control territorial de las comunidades está mediada por su capacidad económica. Cada vez hay más casos de avasallamiento de tierras, y se ha acrecentado la violencia en estos conflictos.
El crecimiento de la minería aluvial del oro en la región, tiene impactos muy fuertes en el curso de los ríos y su desborde en tiempos de lluvia, que terminó con los cultivos de yuca, plátano, maíz y frutales de estación. Además, la disponibilidad del agua ha cambiado y esto tiene que ver con la propagación de focos de calor, las variaciones del clima que intervienen en los ciclos agroforestales y el menor acceso para la alimentación de las comunidades.
En la población amazónica, las principales afectadas son las mujeres, los niños y adulto-mayores, que tienen menor participación y capacidad de decisión. Pero, además, en el ámbito del cuidado doméstico, tienen peores condiciones de vida y una mayor vulnerabilidad a las enfermedades por contaminación de agua, ríos y el aire.
“Para muchas autoridades la Amazonía es la quinta rueda del carro, es un problema porque está empezando a ser tierra de nadie. Queremos ver hasta dónde avanzó y porque no continuó la ley, para poder tomar acciones. No descartamos marchas, porque en el norte amazónico nadie ganó nada si fue por la fuerza, manifestándose y revelándose. El porcentaje de tierras tituladas hasta 2007 lo hemos ganado a presión y marcha y creo que vamos a tener que repetir la historia”, dijo el representante de la Federación Única de Trabajadores Campesinos Pando, Elvis Zela.
El Bocinab está conformado por la Central Indígena de Pueblos Originarios de la Amazonía de Pando (CIPOAP), la Federación Madre de Dios – Pando, las Bartolinas Madre de Dios, la Federación Vaca Diez – Beni, la Federación Pando y la Central de Pueblos Indígenas de La Paz (CPILAP).
*Con información del Bocinab