El régimen de Daniel Ortega ha anunciado la ruptura de relaciones diplomáticas con Ecuador en respuesta a la irrupción policial en la Embajada de México en Quito. Esta acción se desencadenó cuando agentes policiales ecuatorianos entraron a la fuerza en la noche del viernes para detener al exvicepresidente Jorge Glas, quien había sido concedido asilo político por el Gobierno mexicano.

En una declaración oficial, el régimen nicaragüense condenó enérgicamente la actuación "insólita y repudiable" llevada a cabo por las fuerzas policiales ecuatorianas en la capital, Quito. En dicho comunicado, expresaron su rechazo contundente y firme ante estos eventos, los cuales consideraron una violación flagrante del orden y la seguridad de los ciudadanos, así como una infracción a los principios de asilo político.

Ante esta situación, el régimen de Ortega ha tomado la decisión soberana de romper completamente las relaciones diplomáticas con el Gobierno ecuatoriano.

Este movimiento refleja la gravedad con la que Nicaragua percibe los acontecimientos ocurridos en la Embajada de México en Quito y marca un punto de quiebre en las relaciones entre ambos países.

Se espera que esta decisión tenga repercusiones significativas en el ámbito diplomático y político de la región, y es probable que genere tensiones adicionales entre Nicaragua y Ecuador en los próximos días.