DESCOMPOSICIÓN INTERNA DEL MAS
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Analista ve que 2022 acaba con Evo como el único político con visión de poder y una oposición sin rumbo

Evo Morales, Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho. Fotos/tomadas de internet

El analista político Luis Alberto Ruiz afirmó que la gestión 2022 acaba con un Evo Morales como el único político con visión clara de poder y una oposición política, “vacía” que no sabe aprovechar el proceso de descomposición interna que atraviesa el MAS.

Dijo que a Morales marcó la agenda política a costa de hacerle el mayor daño posible al presidente Luis Arce, pero con el objetivo claro de la toma efectiva del poder y retornar a la presidencia del Estado.

Observa que al frente hay una oposición “sin rumbo y perdida” a la cabeza de sus líderes Carlos Mesa de Comunidad Ciudadana y Luis Fernando Camacho de Creemos, quien además de esa situación de rezago político, estaría envuelto en temas de corrupción en la gobernación de Santa Cruz.

Ruiz sostuvo que la descomposición interna del MAS demuestra que cada facción arma su estructura política y la oposición no acaba de entender que los partidos de izquierda, en todos los países, han sido derrotados no por la derecha, sino por los egoísmos e intereses personales y por manejar la cosa pública.

El analista considera que este 2023, Santa Cruz podría dar alguna sorpresa porque se ha convertido en un actor político que no está enmarcado en una sola persona ni algún liderazgo político, sino en la capacidad ciudadana que ha obligado al gobierno a sentarse a dialogar el tema del censo sin necesidad de participación de ambos partidos de la oposición.

En ese contexto estima que si bien, “evistas” y “renovadores” sostienen una disputa interna que “le está haciendo mucho daño al país”, no sorprendería que el día de mañana, se acerquen nuevamente y lleguen a un acuerdo por la necesidad de retener el poder político y no por arreglar el país porque no proponen nada.

Sostiene que el MAS está viviendo el mismo proceso de fractura interna que ha vivido el MIR, MNR y la ADN, con la diferencia que esto ocurre en la detentación del poder, donde Luis Arce y David Choquehuanca pusieron límites a Evo Morales, pero cuando hay intereses políticos – precisó - podrían reconciliarse como en el pasado cuando cruzaron ríos de sangre.  

Manifestó que, en el caso del MAS, la guerra interna marcó profundos distanciamientos entre su militancia de base, donde cada uno tiene sus propios líderes que ha derivado en una quiebra por intereses particulares.

Indicó que mientras eso ocurre, afloran las denuncias de corrupción y la lucha contra el narcotráfico cae en una debacle porque, como nunca antes, ya se ha visto ajusticiamiento de policías, acompañado de una profunda corrupción del sistema judicial que no forma parte de la agenda de gobierno.