FUE LLEVADO AL HOSPITAL DE CLÍNICAS
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APDHB denuncia que negaron el SUS a Aramayo por estar preso; no había ni papel para el electrocardiograma

Marco Antonio Aramayo se debate entre la vida y la muerte, según APDHB. Foto/archivo tomada de interent

La Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), denunció mediante comunicado difundido este sábado, que el exdirector del Fondo Indígena y Campesino (Fondioc), Marco Antonio Aramayo, ha sido trasladado el viernes desde el Panóptico de San Pedro al Hospital de Clínicas donde le fue negado la cobertura del Seguro Universal de Salud (SUS) pese a debatirse entre la vida y la muerte.

Recuerda que el Estado debe respetar y garantizar los derechos humanos de todas las personas y especialmente de los privados de libertad, por esa razón la APDHB exige que el gobierno de Luis Arce Catacora esclarezca las razones por las que el señor Aramayo fue trasladado en extrema gravedad a emergencias de Hospital de Clínicas.

“No había ni siquiera papel para hacerle el electrocardiograma y no le brindaron cobertura del SUS por ser privado de libertad”, dice el comunicado firmado por la presidenta Amparo Carvajal, quien recuerda que Aramayo está injustamente detenido acusado de “incumplimiento de deberes, conducta antieconómica y contratos lesivos al Estado”.

Sostiene que Aramayo denunció los negociados y la corrupción de autoridades y dirigentes indígenas que recibieron en cuentas personales aproximadamente 170 millones de dólares del FONDIOC que fue manejado por la ex ministra Nemesia Achacollo, quien se encuentra en libertad.

Carvajal señala que no solo Achacollo está libre, sino que centenares de dirigentes del MAS que recibieron recursos para proyectos productivos que nunca se realizaron y ninguno de ellos asumieron su responsabilidad.

Sin embargo, Aramayo fue sometido a 259 procesos y, según Carvajal, con ello quisieron “aniquilar a Marco Antonio Aramayo” lo cual fue calificado como una arbitrariedad, dado que pasó de denunciante ha denunciado.

Asegura que no se respetó su presunción de inocencia y lleva siete años en cárceles en diferentes ciudades de Bolivia, “sufriendo torturas y vejámenes permanentes”.