La Iglesia Católica observa con mucha tristeza que algunas autoridades públicas exigen a la población cuidarse y cumplir las medidas de bioseguridad y sin embargo no practican con el ejemplo, poniendo en riesgo a la población frente a la pandemia de coronavirus.  

Durante su homilía dominical desde la Iglesia de San Francisco de La Paz, el Administrador Apostólico de El Alto, monseñor Giovani Arana pidió a los personajes públicos actuar con coherencia, que es parte esencial de lo que debe tener una autoridad pública.

Recordó que la autoridad de Jesús no venía de sentirse superior ante los demás, sino que provenía de su coherencia de vida, porque aparte de estar convencido de lo que enseñaba, aquello que decía lo llevaba a la práctica. 

Sostuvo que no se es autoridad por medio de la violencia, por medio de gritos y amenazas; se es autoridad en la medida que una persona lleva una vida coherente.

“Con tristeza podemos ver que hay quienes sabiendo que son autoridades, exigen cosas que ni ellos mismos son capaces de cumplir. Nos piden cuidarnos de la pandemia, hacer uso de medidas de bioseguridad, utilizar barbijos, tener distanciamiento y, sin embargo, son ellos en no dar ejemplo”, manifestó.

Afirmó que, en estos momentos más que nunca, estamos llamados a dar buen ejemplo, a enseñar con la misma autoridad con la que Jesús enseñaba. “Hagamos que lo que decimos, pongamos en práctica sobre todo en este tiempo cuando nos sentimos desprotegidos por aquellos que se hacen llamar autoridades”.

Arana remarcó que este es el tiempo donde necesitamos vivir con mayor coherencia. Dijo que la enseñanza del evangelio es que los católicos estamos llamados, como discípulos del maestro, a aprender y actuar con autoridad y coherencia.