Caso fraude: Gobierno identifica a Quintana como el operador político
El viceministro de Seguridad Ciudadana Wilson Santamaría dijo este domingo que las investigaciones identificaron al exministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana, como el operador político del fraude electoral 2019, coordinando desde Palacio de Gobierno directamente con vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y vocales departamentales nombrados por Evo Morales.
Dijo que era un secreto a voces, pero “no podían probar documentalmente la grosera injerencia de los políticos sobre el TSE”. Sin embargo, gracias a requerimientos fiscales, se ha cotejado información de las empresas telefónicas que demuestran que autoridades como Juan Ramón Quintana alzaba el teléfono y llamaba a la vocal de La Paz, y “no la llama para pedirle la hora”, indicó.
“Estamos en condiciones de demostrar que el operador político designado en el gobierno del MAS para manejar el tema electoral era el exministro Juan Ramón Quintana. Ahora estamos en condiciones de respaldar que hubo una injerencia y una sumisión de varios vocales de los tribunales departamentales y casi en su mayoría del TSE con el Órgano Ejecutivo”, manifestó al canal estatal.
Identificó también a la exministra de Culturas Wilma Alanoca y de Defensa Javier Zavaleta, ambos delegados electorales para El Alto y La Paz, como los encargados de utilizar una oficina de la Casa Grande del Pueblo para “conspirar y diseñar el inicio del fraude” con ayuda de técnicos mexicanos y Jefes de Tecnologías e Información de doce ministerios, militares que no se registraron y los pusieron a disposición de un “super poderoso” funcionario del INE.
Explicó que esta reunión fue para diseñar un software paralelo que les permita cargar información y manipular el sistema desde afuera, con participación de un argentino y un venezolano que fueron traídos y alojados en el hotel Radisson de La Paz. Este personal extranjero, cuando se vislumbró el fraude, escapó la madrugada del 21 de octubre en vuelos de Avianca y LATAM.
Manifestó que en el caso de La Paz las investigaciones confirman que hubo manipulación informática y material sobre 8 mil actas que fueron sometidos a pericia y se cargaron unos 30 mil votos para beneficiar al MAS.
Santamaría dijo que en el caso del TSE “la cosa es mucho más complicada”, porque a lo que se conoce de La Paz, se añade la empresa NEOTEC de Marcel Guzmán de Rojas que logró parar su propio sistema TREP con el objeto de que, a través de otro servidor, se cambie la tendencia y se declare ganador a Evo Morales.
El viceministro precisó que actualmente esperan información sobre el cruce de llamadas de otros legisladores, de jefes de bancada para ver si tuvieron contacto con los vocales departamentales, porque el modus operandi fue que “el señor Quintana operaba el Tribunal Supremo Electoral, y los vocales designados por Evo Morales en cada departamento eran enlaces con el MAS”.
“Pero más grave todavía y que no lo he dicho. El informe revela que la diputada (Sonia Brito) tuvo contacto con la vocal Marianela Revollo el día de la elección. ¿Qué tenía que hablar una diputada con un vocal del TDE? Y como tienen amnesia cuando cometen algunos delitos, será bueno que se apersonen para asumir defensa como corresponde”, dijo.
Ratificó que los datos que proporciona no es una opinión política, sino una investigación seria y apunta a que habría otros legisladores del MAS involucrados en “esta conspiración contra la democracia boliviana” y les aconsejó que deberían prepararse para declarar.