AUTOR INTENTO QUITARSE LA VIDA
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Conmociona muerte de cuatro hijos a manos de su padre en Santa Cruz

Policías acudieron al lugar del crimen en Montero, Santa Cruz.

Tras el anuncio de su pareja de llevarse a sus hijos y dejar la casa, Walter Monasterio Villarroel de 46 años tomó a la decisión de victimar a sus cuatro hijos en casa propia. Luego de cometer el crimen intentó eliminarse consumiendo tachuelas, no sintió ningún efecto; corrió a un puente de donde se lanzó, no murió, cayó herido y luego aprehendido por la Policía.

Este hecho conmocionó a la ciudad de Santa Cruz por la forma en que fueron eliminados los menores de edad en la Urbanización Valle Sánchez de la ciudad de Montero, al norte de la ciudad capital, donde los vecinos dieron testimonio del ambiente hostil en que vivía la pareja conformada por dos hijos propios y dos hijastros.

Tras enterarse por redes sociales que una persona se lanzó, los vecinos de la avenida Cristo  Redentor en el 4to anillo, corrieron a socorrerlo y no sospecharon que tenían en sus manos al autor de este horrendo crimen, sino hasta conocer un papel escrito en puño y letra donde confesaba que había asesinado a los cuatro.

Sin conmoverse sobre la gravedad de sus actos, relató que tras obligar a sus hijos a ingerir un elemento fosforado, ellos continuaban con vida y los eliminó con un arma punzocortante en los interiores de su casa.

Él hizo lo mismo tragándose tachuelas, intentó ahorcarse con un cable y tampoco pudo, corrió al puente y resultó herido de una pierna. Ahora se encuentra detenido a la espera de su recuperación para ser llevado ante un juez cautelar.

La Fiscalía de Santa Cruz levantó cargos por feminicidio e infanticio.  Los cuerpos son velados en su domicilio de la urbanización Valle Sánchez y los vecinos hacían una colecta para financiar los gasstos del sepelio este domingo.

El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia, coronel Miguel Mercado, confirmó que la mujer habría indicado a su pareja que se iría a vivir con su padre, motivo por el que no se encontraba en el lugar cuando ocurrieron los hechos.

Explicó que la hija mayor tenía 15 años, la menor de 9 y los dos niños de 4 y 2 años, quienes se encontraban en la sala jugando con el celular. La autoridad policial estima una pena de 30 años de cárcel sin derecho a indulto.