General Zúñiga señala que fue humillado y catalogado como ‘peligroso’ por el gobierno de Añez
A tiempo de reivindicar su carrera militar y justificar su ascenso, el comandante del Ejército, general Juan José Zúñiga aseveró señaló que fue considerado “peligroso”, humillado y castigado durante el gobierno de Jeanine Añez, sin embargo, logró llegar a la comandancia rompiendo una lógica de castas y logias dentro la entidad castrense.
En entrevista con La Mañana en Directo de ERBOL, el general Zúñiga tildó de “Golpe de Estado” a los sucesos de 2019 y detalló la actitud que había tomado el gobierno de Añez y el mando militar hacia su persona.
Contó que a las 48 horas de que se instauró lo que denominó como “gobierno de facto”, fue convocado un viernes por el entonces comandante general Carlos Orellana a su oficina y éste le dijo que “por orden expresa del gobierno” tenía 48 horas para abandonar La Paz.
Recordó que entonces tuvo que llegar a su casa para decirle a su familia que debían irse del departamento.
Según aseveró Zúñiga, le estaban cambiando de destino bajo el argumento era un “hombre peligroso”.
Dijo que primero lo llevaron a Camiri y después fue redestinado a Cochabamba, donde consideró que fue humillado: “Me llevan a una unidad donde mi comandante era mi subalterno, miren esa humillación que en lo militar casi nunca ocurre”.
Zúñiga relató que estando en Cochabamba le volvieron acusar de ser un “hombre peligroso”, porque podría organizar a los movimientos sociales. Entonces lo llevaron a Oruro, donde también su subalterno ejercía como su inspector, lo cual consideró como acto de injusticia.
Señaló que en Oruro, otra vez desde el Comando del Ejército le dijeron que seguía siendo un “peligro”, porque en la Segunda División del Ejército existen armas. Entonces lo mandaron a una radioemisora: “me quitaron mi cuchillo, me quitaron mi pistola y sólo tenía dos periodistas militares y nada más”.
Agregó que en el contexto de la pandemia intentaron hasta desalojarlo de una vivienda militar, porque era considerado “hombre peligroso”. “Eso no cuenta la historia”, lamentó.
Justifica su ascenso
Zúñiga describió su carrera militar a tiempo de responder a las críticas por haber sido designado como Comandante habiendo obtenido el puesto 48 en su promoción.
Como respuesta a los cuestionamientos, el General dijo que para definir los ascensos se suman todas las etapas de la carrera, no solamente el estudio en el Colegio Militar.
Más allá de los estudios, destacó la lealtad con la patria como una cualidad para llegar al cargo.
“No solamente es estudiar, entre comillas, hay aspectos más importantes, tal vez como la lealtad con tu patria”, dijo Zúñiga en el programa La Mañana en Directo de ERBOL.
Sostuvo que otros comandantes, como Jorge Mendieta o Williams Kaliman fueron los primeros de su curso, pero traicionaron a su pueblo. Ambos exjefes militares aludidos fueron sentenciados en el caso denominado “Golpe de Estado”.
“De qué te sirve ser primero si traicionas a tu pueblo, si masacres a tu pueblo”, aseveró Zúñiga.
Consultado sobre si es ético que teniendo el puesto 48 de su promoción haya llegado a ser comandante, el general Zúñiga explicó que el Capitán General de las Fuerzas Armadas, es decir el presidente, puede escoger al que mejor le parezca que va a acompañar su gestión.
Romper con las “castas”
El general Zúñiga dijo que antes los cargos de comandante estaban reservados para “castas” y “logias militares”.
Aseveró que los integrantes de estas logias se ponían calificaciones entre ellos e impusieron ese “institucionalismo” de los primeros de curso, mientras que el resto de los militares sólo eran “esclavos” para servirles.
“Ni siquiera con el pensamiento podías tener la osadía de querer ser algún día comandante. Ya estaba reservado para ellos y esos estaban al servicio de esos intereses. Vea lo que ha ocurrido el ’19”, afirmó.
Aseguró que ahora se ha roto esa estructura de logia militar y que cualquiera puede acceder a los cargos.
Su ascenso
Zúñiga fue observado porque en la primera convocatoria que le correspondía para el ascenso no se presentó, pero sí lo hizo después de que se volvió a realizar la convocatoria en base a una decisión del Tribunal Constitucional.
Explicó que en las circunstancias que vivía durante el gobierno de Añez, siendo tildado de “peligroso”, no podía haber postulado al ascenso porque lo estaban “castigando”, sin embargo, después sí pudo hacerlo como otros también se presentaron.
También rechazó el argumento de que no cumplía el servicio en frontera. Dijo que como oficial superior cumplió más de tres años, cuando la norma sólo exige dos.
Reconoce error, pero no delitos
El general Zúñiga fue observado también porque en su carrera militar tuvo un arresto de siete días, cuando fue involucrado en un desfalco de dinero del bono Juancito Pinto y Renta Dignidad.
Al respecto aseveró que se le había realizado un sumario investigativo y no así un proceso por delitos, por lo cual no estaba impedido de ser ascendido.
En ese caso, Zúñiga dijo que fue sancionado por no controlar mejor a su personal, lo cual derivó en actos de indisciplina.
Aseveró que cualquier militar comete equivocaciones recibe sanciones como de los arrestos por días, pero un proceso implicaría ser puesto ante un tribunal y enfrentar consecuencias de incluso la baja.
“Yo soy como cualquiera, soy como el pueblo, me puedo equivocar. Soy humano, tengo error, pero nunca delitos”, manifestó el militar.
Justifica su discurso
El general Zúñiga generó polémica por un discurso en que habló de “logias oligárquicas” y arremetió contra la iniciativa de federalismo, por considerar que llevaría a un separatismo.
Justificó sus palabras y señaló que existen grupos de poder que se prestan al juego de los intereses foráneos y que quieren afectar la unidad de la patria.
Rechazó que “algunos operadores” cuestionen la estabilidad del país y pongan en discusión la relación de un departamento con el Estado.