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La dirigencia atigrada deberá rearmar el nuevo plantel de cara a la próxima temporada. La salida de Alejandro Chumacero que se marcha al Puebla de México, además de los charrúas Luis Maldonado y Matías Alonso, el delantero Rodrigo Ramallo que se despidió ayer y sumado al posible interés de Diego Bejarano de jugar en Argentina, obligará a elegir a sus reemplazantes.
El presidente atigrado César Salinas anunció la semana pasada que al terminar el torneo Clausura (el 17 de este mes) comenzaría a develar la llegada los refuerzos. El lugar más complicado para cubrirlo será la función que cumplía Chumacero, quien se despidió de su gente en la derrota con Wilstermann (1-2), pero no habló con los medios.
Maldonado se reunió con la dirigencia, pero no llegó a acuerdo y se despidió de sus compañeros en el vestuario.
“Agradecido con la gente y el club por todo este tiempo que he vivido que ha sido muy bueno”, dijo el defensor charrúa.
En el caso de Alonso acordó su salida al cumplir su contrato y analizará nuevas opciones en el transcurso de los próximos días.
“Aún no tengo nada seguro, por ahora solo me iré de vacaciones y ya aparecerá algo, siempre agradecido con el club y con la gente”, dijo Alonso.
Ramallo se marchó enojado con el técnico Daniel Farías y agradeció a la hinchada atigrada por el apoyo y entendió las críticas que recibió.
El lateral derecho, Bejarano, tiene una oferta concreta de un club argentino y tiene el deseo de salir, debido que hay algunos problemas con parte de la dirigencia.
“La verdad que se ha desgastado bastante con algunos dirigentes del Tigre, no voy a generalizar porque no quiero meterlo al presidente (Salinas), pero eso mermó la unidad que teníamos y se fueron muchos compañeros”, dijo Bejarano.
Por último, la dirigencia también buscará un centrodelantero para mejorar en la puntada final.
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