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Real Madrid está en las puertas del cielo

Martes, 29 Abril, 2014 - 16:57

l Real Madrid bailó en Alemania al Bayern Múnich en una noche histórica. Con dos goles de Cristiano Ronaldo y otros dos de Sergio Ramos, se metió en la final de la Champions. El equipo de Guardiola sufrió la paliza más dura.

No se equivocó Rummenigge: los árboles ardieron en Alemania. Pero el fuego lo puso el Real Madrid. Encendió un fósforo Sergio Ramos, y luego otro -ambos con la cabeza-, y enseguida tiró más leña Cristiano Ronaldo. Por si faltaba más, CR7 metió en el desenlace el 4-0. El Bayern Munich hizo agua, pero no pudo apagar el incendio. Así, los de Ancelotti se metieron en la final de la Champions. Nunca antes el Real había ganado en esta cancha. Un detalle, apenas, entre tanta fiesta y ardor.

Pasaron muchas cosas en una misma noche. Hablando del ganador, el Real Madrid alcanzó su decimotercera final en la máxima competición continental -hace 12 años que no llegaba- y ya puede soñar con conseguir su décimo título. Enfocando el eje en el otro bando, se destaca el golpe que recibió Guardiola. Tal vez uno de los más fuertes en la exitosísima carrera de Pep.

Ahora el Real espera al vencedor de Chelsea o Atlético Madrid. Llega a la final en su mejor momento, en su punto de maduración. Un equipo que defiende y ataca, que tiene a un top scorer como Cristiano Ronaldo -récord con 15 dianas-, que ha visto crecer a sus individualidades -Di María, Bale, Benzema-, que cuenta con la historia de Casillas para estos asuntos europeos y que es letal en sus transiciones. Mirar el gol de CR7 es observar el abecé de un contraataque perfecto. La única mala del Real es que perdió a Xabi Alonso, por amarilla, para la primera final.

El Real Madrid fue tan contundente en el inicio que al partido le sobró un tiempo. Las imágenes de los primeros 120 segundos -cuando el Bayern puso a ocho hombres cerca de Casillas- fue apenas una sensación pasajera. Los de Ancelotti enseguida se acomodaron. Mordieron en cada metro cuadrado, le cerraron las bandas a las subidas de Robben y Ribery, tomaron confianza, empezaron a presionar en campo contrario y... Y así fue lanzando las primeras chispas.

Un error de Neuer a la salida preanunció el estado de dudas del Bayern. El arquero salió mal, dejó el arco libre y Bale le dio mal. Con mucha disciplina táctica, el Real se dio cuenta que el último campeón del mundo no era tal. Y ahí llegó la cabeza de Sergio Ramos. El gol era lo que buscaba el Real para definir la serie. ¿Y otro gol? Mejor todavía. Para eso, de nuevo un testazo de Sergio Ramos.

A esa altura, el incendio ya estaba consumado. El Bayern quedó totalmente mal parado. El Real Madrid fue por más. Cristiano Ronaldo, también. Cerró una linda contra. Pura impotencia, en el segundo tiempo Guardiola metió a Javi Martínez por Mandzukic. O sea, pensó en cortar la sangría más que en levantar la serie. La serie era del Real. Lo aseguró Ronaldo con el 4-0. Ronaldo y su ballet.

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