3.5 millones de bolivianos viven con déficit alimentario

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184 municipios están afectados, dice Tierra
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¿Qué grado de seguridad alimentaria tienen los municipios bolivianos? ¿Dónde se concentra la vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria? A estas y otras preguntas responde el documento “Análisis y Mapeo de la Vulnerabilidad a la Inseguridad Alimentaria en Bolivia”, según el cual 3.585.617 personas viven en municipios con déficit en la disponibilidad de alimentos. Esta cantidad de población, proyectada a 2011, corresponde a 184 municipios del país, cifra que representa el 54,3 por ciento de los 339 municipios bolivianos. 

Con el objetivo de utilizar las estadísticas en el diseño de políticas públicas del sector, el Viceministerio de Desarrollo Rural y Agropecuario hizo el levantamiento de datos en la gestión 2012 y presentó los resultados a principios de septiembre de este año. Este esfuerzo contó con la colaboración y el financiamiento de la Unión Europea y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las  Naciones Unidas.

Además de la Disponibilidad de alimentos, la investigación analiza otros dos componentes del grado de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria: el Acceso y Uso de los alimentos. Estos aspectos son traducidos en índices que se basan a su vez en  indicadores de Riesgo y de Capacidad de respuesta, siendo el municipio la unidad de análisis.

Sin acceso al agua y con terrenos sub húmedos

¿Qué hizo que 184 municipios hayan sido catalogados como los más vulnerables de acuerdo a la variable de Disponibilidad? La respuesta está en la estadística de los resultados. Los indicadores de Riesgo del estudio muestran que tienen bajos niveles de balance hídrico, es decir, que su acceso a recursos hídricos es limitado. Aunque parezca una contradicción con la limitación a los recursos hídricos, también se detectó un riesgo de inundación en la superficie agrícola en algunos de esos municipios. Las características de sus suelos también se constituyen en una limitante pues en la mayoría de los casos son suelos  sub húmedos según el  índice de aridez De Martonne.

Paralelamente,  los indicadores de Capacidad de respuesta son bajos en esas circunscripciones territoriales. Por ejemplo, se produce un promedio de 1.622 kilocalorías por persona al día, lo que está por debajo de las 2.100 recomendadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Los mapas del estudio muestran que la mayoría de los municipios de Oruro, Potosí, Chuquisaca y Tarija; los municipios del altiplano sur de La Paz,  cono sur de Cochabamba y algunos de Santa Cruz tienen un alto grado de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria según la variable Disponibilidad.

Los más pobres y con menos ingresos

En cuanto al acceso a los alimentos,  el estudio califica a 154 municipios como altamente vulnerables (45,4 por ciento del total) donde se concentran alrededor de 1,8 millones de bolivianos.

Los indicadores más relevantes para  esta variable son: el porcentaje de población en extrema pobreza y el índice de desarrollo humano. En función de esos parámetros la investigación descubrió que el 70 por ciento de los pobladores de los municipios altamente vulnerables a la inseguridad alimentaria vive en extrema pobreza. Esto condice con la explicación general de que las familias que están por debajo de la línea de extrema pobreza tienen una mayor probabilidad de tener una alimentación insuficiente e inadecuada desde la perspectiva nutricional.

Los ingresos de la población con alta vulnerabilidad son, en promedio, la mitad de los que tiene la población con baja vulnerabilidad. El estudio midió este indicador con base en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) 2005.

La existencia o no de vías de acceso camineras también influye en el grado de vulnerabilidad. La investigación describe que los municipios altamente vulnerables tienen baja accesibilidad vial.

Los municipios con alta vulnerabilidad por la variable de acceso están dispersos en dispersos en todos los departamentos bolivianos.

Desnutrición, diarreas y falta de servicios básicos

Finalmente, la investigación indagó sobre condiciones complementarias a la alimentación que influyen en el uso que se le da a los alimentos. En este sentido, 95 municipios presentan deficiencias en cuanto al uso de alimentos lo que a su vez incrementa su vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria. 

El estudio  halló que en esos municipios el 33,64 por ciento de los niños menores de 5 años sufren de desnutrición crónica, es decir, que viven con patrones de consumo alimentario insuficientes en nutrientes.

Las Enfermedades Diarreicas Aguadas (EDA), son otro indicador  que incide en la alta vulnerabilidad así como la falta de servicios básicos. En los 95 municipios se descubrió 710 episodios de EDA por cada 1.000 niños, mientras que por otro lado, sólo el 37,7 por ciento de las familias estudiadas tiene acceso al agua potable. El porcentaje se reduce a 3 si se revisa el acceso de las familias a sistemas de alcantarillado. (Informe textual de Fundación Tierra)

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