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El futuro presidente de Petrobras, Roberto Castello Branco, examinará el contrato de gas con Bolivia y tiene previsto acompañar la sugerencia técnica de la Empresa de Investigación Energética (EPE), órgano vinculado al Ministerio de Minas y Energía, de reducir a la mitad las compras de gas boliviano, según un reportaje del diario O Globo.
Señala que la nueva prioridad de la estatal brasileña será aumentar la producción de petróleo en los campos del presal, para cubrir la demanda del mercado interno de ese país y que el gas boliviano compita en precios con otros importadores a partir del próximo año.
Por contrato Petrobras está obligada a comprar 24 millones de metros cúbicos diarios (Mmcd), así no lo pida; e incluso hubo una temporada en que las compras llegaron a 30 Mmcd. Sin embargo debido a que en los últimos años la demanda interna fue baja, la estatal brasileña tiene excedentes de gas para recibir y cubrir su mercado local.
El matutino brasileño asegura que el contrato de gas con Bolivia termina el 2019, mientras que la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) prepara una licitación pública internacional a inicios del próximo año, para conocer qué empresas podrían asumir del servicio.
Un estudio de la EPE difundido en junio de este año por la agencia Reuters, señala que el mercado de gas en Brasil se encamina a tener la participación de nuevos agentes privados, así como empresas de distribución del insumo en ese país.
La EPE recomienda renovar el contrato donde Petrobras se comprometa a la compra en firme de hasta 16 millones de metros cúbicos por día y los otros 14 millones sean cubiertos por otras empresas que abastezcan los mercados de San Pablo, Paraná, Santa Catarina y río Grande do Sul.
En febrero de este año, la importación de gas de Bolivia se redujo a casi 45% del volumen diario porque los brasileños no consumieron más gas y también debido a la creciente oferta de Petrobras a su mercado local.
Tomando en cuenta la situación de las reservas bolivianas de gas, el estudio recomienda cautela al momento de renovar el contrato, en razón a que Bolivia tendría reservas insuficientes para los próximos 13 años, dado que YPFB debe cubrir la demanda doméstica y los compromisos de exportación a Brasil y Argentina.
El gerente ejecutivo de Aguas Ultraprofundas de la estatal Petrobras, Joelson Falcao Mendes, informó en septiembre de este año, que el principal campo presal de Brasil tendrá su pico productivo en 2019, cuando alcance una media de un millón de barriles de petróleo por día, según reporte de la versión electrónica diario.es.
Los 36 pozos petroleros más productivos de Brasil se encuentran en los campos del presal, donde cada uno produce en promedio, 27.000 barriles por día.
El más próspero es el Campo de Lula, ubicado en la Cuenca de Santos, que tiene siete “navíos plataforma” activos. Cada uno con capacidad de procesar 150.000 barriles de petróleo/día y un tratamiento de gas natural de seis millones de metros cúbicos/día.
La expectativa es que los campos presal – ubicados en aguas profundas a unos 300 kilómetros del Litoral, bajo la capa de sal de dos kilómetros de espeso- aumenten paulatinamente hasta 2022, de acuerdo a esa misma publicación.
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