Espectáculo
Crónica de la cultura pop en España
Cuando Camilo Sesto vendía más que John Lennon
Artista español Camilo Sesto. Foto/ABC

Viernes, 3 Noviembre, 2017 - 08:22

Fue en julio de 1965, con la visita de los Beatles a España, que algo cambió en la sociedad española. Adrián Vogel analiza en su reciente libro Bikinis, Fútbol y Rock & Roll (Akal) un periodo de nuestra historia en el que se produjeron cambios que, si bien tuvieron lugar en el terreno de la cultura popular, calaron de forma intensa en la sociedad de la época protagonizando cambios irreversibles.

La aparición de jóvenes suecas en las playas del Mediterráneo vino unida al apogeo de Los Brincos, Los Pekenikes y cientos de grupos más. Adrián da un repaso pormenorizado a la historia de los conjuntos de los sesenta, los conciertos del Price y del Pinar, que demuestran cómo a la llegada de los Beatles ya había un tejido bien formado de locales, promotores y discográficas que explica el boom musical de la llamada «década prodigiosa».

Festivales como el de Benidorm y emisoras de radio ayudaron a mantener un buen ritmo de lanzamiento de artistas y el consumo autóctono llegó a ser más importante que el foráneo, conviviendo ambos en las listas de más vendidos. Así, en los primeros setenta, Mari Trini, Cecilia o Serrat vendían más que Pink Floyd o Lou Reed. Sorprendente es que grupos de krautrock alemán como Neu! entraran en listas llegando al nº 7 en la España de 1973.

En el top 10 de 1972, Juan Pardo se aupaba por encima de los Beatles, seguido de Camilo Sesto, superior en ventas al «Imagine» de John Lennon. Incluso grupos hoy olvidados como Solera se colaban en el puesto 19 de 1973 con «Linda Prima», justo debajo del «Starman» de David Bowie. Desde el sello Gong, tuvimos nuestro rock progresivo con protagonistas tan destacados como Triana haciendo sombra a King Crimson.

Al llegar la transición se produce un fenómeno perceptible en las listas, el giro hacia el mercado anglosajón y, de los trece discos más vendidos en 1979, solo uno, Julio Iglesias, es español, con «Breakfast in America» de Supertramp en lo más alto. Para 1980 ya las cosas se han normalizado y Pecos o Miguel Bosé compiten con Police o «The Wall» de Pink Floyd, lo cual no deja de ser chocante. La aparición de Mecano supuso un revulsivo para la industria nacional, que volvió a confiar en sus productos, desde Alaska y los Pegamoides o Tequila hasta Tino Casal.

Salvo excepciones, las discográficas fueron lanzando durante décadas los discos más destacados que venían de fuera, proyectando nuevas modas, atuendos y actitudes desde las portadas de los singles y después los elepés. La aparición del tocadiscos que, según recuerda Vogel, se vendía en las tiendas de electrodomésticos al igual que los vinilos, vino pareja de la minifalda y los suéter ajustados.

El fútbol y el televisor abrían una ventana al exterior de efectos casi lisérgicos en la población, una modernidad que cambió poco a poco la cultura popular en España, no solo en los hábitos y en la ropa, sino en la manera de entender la vida y las relaciones de forma mucho más profunda. No hay que haber estudiado en Birmingham para percibirlo, aunque está bien que Vogel lo ponga de relieve y lo aglutine en un estudio que es tan original como necesario. 

TOMADO DE ABC.ES

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