Castigan infidelidad con ‘chicotazos’ en justicia chipaya

Los uru chipayas del departamento de Oruro castigan la infidelidad con “chicotazos” y una multa económica que asciende de 200 a 3.000 bolivianos, como parte de la justicia indígena originaria campesina, informó el diputado indígena por el Movimiento Al Socialismo (MAS), Benigno Quispe.

“Eso lo determina la comunidad, puede ser que no también (sean azotes) porque solamente puede pagar una multa o hacer adobes, pero en ese caso ambos deben pagar porque la mujer también debe poner un 50%, esos casos se arreglan en la comunidad, en la justicia indígena”, declaró Quispe a la Agencia de Noticias Indígenas de Erbol.

En los ayllus de la nación Uru Chipaya se resuelven sobre todo casos pequeños, tras la vigencia de la Ley de Deslinde Jurisdiccional, dice el diputado,  y como sanciones se aplica no sólo los chicotazos, sino también el comunario que cometió una falta puede hacer adobes.

“Las faltas pequeñas, de acuerdo con una reunión de la comunidad se resuelve el castigo que se le va dar porque puede ser en sanción económica, puede ser con adobes y en caso del adulterio se chicotea y se paga un monto que fija la comunidad”, manifestó.

Aclaró que los casos como asesinato y violación, entre otros calificados de graves, son pasados a la justicia ordinaria. Indicó que el dinero que se cobra es usado como fondos de la comunidad y que en el caso del robo de ganado se debe devolver el doble.

Son las principales autoridades de un ayllu; como el Jilata Mayor y el Segundo Mayor, quienes presiden la reunión en las comunidades donde se resuelven delitos como parte de la justicia indígena originaria campesina.