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Argentina
Avalancha en concierto del Indio Solari deja dos muertos
Toma de un momento de la avalancha. Foto/captura de pantalla

Domingo, 12 Marzo, 2017 - 16:02

Al menos dos fallecidos, 11 heridos -tres de ellos en terapia intensiva- y miles de rumores. Ese es el saldo conocido hasta ahora de lo ocurrido en la ciudad de Olavarría (a 355 kilómetros de Buenos Aires) en ocasión de un nuevo show del Indio Solari y su banda, Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado. Las primeras versiones hablan de una avalancha ocurrida en el sector más cercano al escenario que, a pesar de ser advertida por el propio Solari, no pudo controlarse a tiempo y habría ocasionado los decesos.

La fiscal Susana Alonso fue quien los confirmó en diálogo con la prensa, en momentos en que se especulaba hasta con una decena de muertos. Cerca del mediodía del domingo se conoció el informe forense que reveló que las dos personas murieron por un paro cardiorrespiratorio traumático y uno de ellos, identificado como Fernando Javier Leon, presentaba un trombo embolismo pulmonar. Los investigadores deberán determinar cuál fue el hecho que ocasionó los traumas.

El predio La Colmena, acondicionado para la realización del show, tiene 180.000 metros cuadrados, lo que sugiere un aforo para aproximadamente 200.000 personas, el mismo número que el Indio Solari convocó a Tandil (a 400 kilómetros de Buenos Aires) hace un año. Sin embargo, esta presentación traía encima un halo de misticismo aún mayor al acostumbrado, dado que al artista de 68 años lo aqueja el mal de Parkinson, por lo que podría ser su última presentación en vivo.

El ingreso de los micros y automóviles a la ciudad de 150.000 habitantes fue ordenado y sin contratiempos. Lo mismo ocurrió con el acceso al predio, aunque fue llamativo que casi no hubo control de entradas y el cacheo fue demasiado liviano. El show se inició con apenas 40 minutos de retraso. Pero la calma duraría poco.

Visiblemente molesto y frustrado como pocas veces antes, Solari detuvo el concierto luego del tercer tema, al vislumbrar problemas entre la multitud. “Deben estar borrachos, no los pisen”, dijo el músico, que, después de que se encendieran las luces y ante la magnitud del amontonamiento pidió la presencia de miembros de la Defensa Civil, una presencia que tardó demasiado en llegar. Incluso, solicitó la ayuda de los presentes que, en forma obediente dieron algunos pasos para atrás con el fin de descomprimir la zona en cuestión. La interrupción duró cerca de 10 minutos en los que las luces del público se mantuvieron encendidas y los micrófonos evidenciaron discusiones entre el artista y la organización.

“Tengan cuidado. Habíamos quedado en eso. Estuvimos hablando toda la semana que iba a venir mucha gente. Hay 200 y pico de mil personas y son diez por los que estamos teniendo quilombo (incidentes)”, dijo Solari en medio de la postergación. La propia fiscal, apoyada en imágenes aéreas, dijo que, en realidad, había 400.000 asistentes. Las avalanchas continuaron y el show también. La organización barajó la posibilidad de suspender el show en forma definitiva pero evaluaron que eso desataría serios incidentes. Entonces, el recital continuó, aunque la atención de todos los presentes -incluido el propio Solari- estaba en otro lado. Tras casi dos horas, el show concluyó y la multitud se vio obligada a salir por un sólo sector que, en forma inexplicable, estaba tapiado con fenólicos.

Los 900 policías dispuestos por la comuna y los 1.300 guardias privados brillaron por su ausencia. Algunos presentes también denunciaron que había pocas ambulancias dispuestas para la atención de los primeros auxilios. En otras palabras, la ciudad entera y la organización del espectáculo se vieron desbordados y en horas del mediodía, se produjeron incidentes y saqueos cerca de la zona de la terminal de autobuses, producidos por aquellos fanáticos que quedaron varados en medio del caos. Todos esperaban la palabra del intendente Ezequiel Galli.

El jefe comunal finalmente habló pasado el mediodía en el Hospital Municipal Dr. Héctor M. Cura, donde se alojaban los internados. Pidió responsabilidad en la comunicación, dio la confirmación oficial acerca de los fallecidos y afirmó que ambas muertes se produjeron dentro del predio. “La responsabilidad del municipio fue controlar la calle y el sistema de salud, que no colapsó en ningún momento.

Todo el equipo ha trabajado de una manera impecable en ese sentido. La situación se fue de las manos porque realmente no se esperaba tanta gente. Siempre se habló de 180.000 y fue impresionante lo que pasó. Las condiciones de seguridad de la salida estaban previstas para 170.000 personas. Todo en la ciudad estaba preparado para la mitad de la gente que había”, agregó Galli.

Y cerró: “Lamento profundamente que lo que tenía que ser una fiesta terminó siendo lo que fue. Si bien no tenemos responsabilidades legales con los fallecidos me siento responsable y por eso estoy acá, poniendo el pecho y la cara como siempre lo hice y siempre lo voy a hacer. La responsabilidad de la producción la determinará la justicia”.

TOMADO DE EL PAIS

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