Internacional
Oeste de la República de Sajá, Rusia
Vivir al lado de la mina de diamantes más grande


Viernes, 20 Mayo, 2016 - 22:26

Dentro de la ciudad Mirny lo que más llama la atención es la mina a cielo abierto de más de un kilómetro de diámetro. Se trata de la mayor mina de diamantes de Rusia.

La mina de kimberlita Mir (“Paz”, en español) da nombre a la ciudad y es alrededor de lo que gira casi toda la actividad de esta ciudad siberiana situada en el oeste de la República de Sajá (Yakutia) y conocida como la “capital de los diamantes” de Rusia.

Mirny se construyó en la década de los 50, cuando se encontraron en Yakutia grandes yacimientos de diamantes y comenzó su explotación industrial.

Es la típica ciudad de una sola industria. La mayoría de sus ciudadanos trabajan en las minas de la empresa ALROSA, una de las empresas extractoras de diamantes más grandes del mundo y que va a ser privatizada, según un reciente anuncio del gobierno.

Natasha (todos los nombres aparecen cambiados) nació y se crió en Yakutsk, capital de la república. Se mudó a Mirny con su marido hace ocho años, cuando a él le ofrecieron un puesto administrativo en la empresa de diamantes.

“Cuando me casé con Guennadi y planeábamos nuestro viaje aquí, pensé que sería riquísima y tendría diamantes”, se ríe Natasha.

“Por supuesto, no tardaron en explicarme que todos los diamantes son propiedad del Estado y que su producción está bien controlada. Es imposible llevarse de la mina diamantes extraídos.”

Natasha trabaja en la administración de un supermercado y tiene dos hijos. “A pesar de que Mirny es mucho más pequeño que Yakutsk, no regresaría allí”, admite. Cree que esta es una ciudad progresista y tolerante: ”En Yakutsk a menudo ofendían a mi marido por motivos étnicos. Él es ruso y yo soy yakuta.

Recibí muchas críticas porque soy una yakuta casada con un ruso. Esas cosas no suceden aquí; en Mirny lo que importa es hacer bien tu trabajo.”

Pero en Mirni no todo es color de rosa. La familia de Olga y Jotói parece similar a la de Natasha y Guennadi; llegaron hace aproximadamente diez años y tienen dos hijos.

Jotói trabaja en una fábrica de diamantes, Olga es profesora en una escuela.

Sin embargo, la pareja apenas puede mantener a la familia y están obligados a vivir en precarias casas de madera. No han podido ir de vacaciones en varios años.

Según explica Olga, hay una fuerte estratificación social dentro de la empresa extractora de diamantes:

“Mi marido lleva muchos años trabajando duro en la mina, pero tiene un salario bajo y no crece profesionalmente. Al mismo tiempo, la empresa ahorra con sus empleados. Se reducen constantemente las prestaciones de seguridad social, pero si tratas de quejarte, simplemente te despiden”.

Olga se queja también de los altos precios en la ciudad. “Los alimentos cuestan un dineral”, se lamenta. “Además, la calidad no es tan buena.”

Lo mismo pasa con el transporte público. “Me gustaría viajar a Moscú para visitar a mis familiares, mostrar a los niños qué es el mar, pero no nos lo podemos permitir. Los billetes son demasiado caros”.

Señala también que hay un déficit de especialistas que no sean de la industria minera. Apenas hay buenos doctores o profesores.

Se podría resolver este problema llevando gente de otras regiones del país pero Olga cree que por ahora es imposible: “Los salarios fuera de la minería son bajos, especialmente para los funcionarios. Gano 19.000 rublos (300 dólares) y con los precios en la ciudad es muy poco. ¿Quién va a venir aquí?”

“A los diamantes les gusta trabajar”

La vida en Mirny está llena de contradicciones como estas. La familia de Natasha y Guennadi vive junto a la de Olga y Jotói. Sus niños van a la misma escuela pero tienen opiniones completamente diferentes acerca de la vida y las perspectivas en esa ciudad.

Natasha fue capaz de establecerse y encontrar un trabajo estable y una base para su bienestar futuro, mientras que Olga tiene muchas ganas de irse de esta ciudad.

Sin embargo, todavía siguen llegando jóvenes provenientes de todas partes del mundo que buscan enriquecerse en la “capital de los diamantes”.

“Los que ganan mucho dinero en Mirny son aquellos a quienes realmente gusta trabajar”, piensa Natasha.

“Los yakutos tienen razón cuando dicen que a los diamantes les gusta trabajar, pero no les gusta la avidez”.

Fuente: Russia beyond the headlines.