Política
Thomas Becker:
“Ser abogado de derechos humanos es similar a músico”
Thomas Becker fue entrevistado en los estudios de ERBOL.


Sábado, 7 Abril, 2018 - 10:05

El jurista clave en el juicio a Gonzalo Sánchez de Lozada es un abogado educado en Harvard y músico rockero. El estadounidense Thomas Becker, recibido con guirnaldas en Bolivia, contó cómo se desarrolló su convicción por los derechos humanos y su trabajo al intentar balancear sus actividades como artista y en su trabajo legal en el juicio histórico para los bolivianos.

En entrevista en los estudios de ERBOL, Becker relató que nació en un barrio humilde de Kansas City, un lugar donde según sus palabras existe mucho racismo y diferencias entre los ricos blancos y los pobres afroamericanos y latinos. Él vivía en la parte pobre.

Recordó que en ese ambiente le surgieron cuestionamientos porque pudo observar las diferencias entre los barrios ricos y pobres en su ciudad. 

Si bien era de la parte pobre de Kansas, Becker tenía la ventaja de ser “gringo”, lo que no tenían sus amigos. Entonces decidió usar ese “privilegio” y emprender una carrera en la defensa de los derechos humanos.  

También resaltó la influencia de su familia en el camino que siguió. Destacó a sus padres pro su amabilidad y su involucramiento con la comunidad.

Becker estaba en el grupo musical llamado Beautiful Bodies, en el cual tocaba la guitarra y fue protagonista de conciertos y hasta videoclips.

Ponderó el valor revolucionario de la música y su aporte a las causas sociales. Indicó que en su grupo tenía canciones que hablaban incluso de temas como el golpe de estado de Augusto Pinochet en Chile.            

“El arte la música puede ser revolucionaria, hay oportunidades de cambiar el mundo con la música, por eso el activismo, ser abogado de los derechos humanos es muy similar a ser músico”, manifestó.

Sin embargo, Becker se vio en el complicación de que, al mismo tiempo de tener su banda debía seguir en su trabajo legal patrocinando a los familiares de las víctimas de octubre de 2003.

Relató que en ese contexto tuvo situaciones en que recibía una llamada sobre el caso de Bolivia y él estaba en un concierto. Entonces, después de su presentación, debía realizar un informe legal. 

“Fue un equilibrio muy raro, pero por mucho tiempo pude hacerlo”, dijo el abogado, sin embargo, al avanzar el proceso se dio cuenta que debía dejar la música, porque la prioridad ya era la lucha al lado de sus compañeros.