Vice: Dennos los hospitales y en un mes no habrá pacientes en pasillos

El vicepresidente Álvaro García Linera manifestó que, en el marco del Sistema Único de Salud (SUS), las gobernaciones podrán entregar la administración de los hospitales de tercer nivel al Gobierno central, y así en un mes ya no habrá pacientes que sean atendidos en los pasillos.

García hizo esa declaración a tiempo de culpar a la Gobernación de La Paz por los problemas del Hospital de Clínicas, donde pacientes son atendidos incluso en los pasillos.

Explicó que ningún hospital de tercer nivel está en manos del Gobierno nacional, y que para el SUS se está viendo la posibilidad de que las gobernaciones, voluntariamente, entreguen el manejo de esos centros de salud al nivel central.

“Si La Paz es incompetente, tiene a gente los pasillos, traiga, dennos el hospital y dennos un mes y no va a encontrar un solo paciente en los pasillos y no va a encontrar una sola cama que se está desarmando y no va a encontrar unas ollas que se están pudriendo”, aseguró en entrevista con el canal estatal.

Dijo que cada año se da 400 millones de bolivianos a la Gobernación de La Paz, y que no sabe cómo se utiliza ese dinero, pero tiene claro que no se invierte en salud.

“Pásenos el tercer nivel, cuando el tercer nivel, que es el Hospital del Niño, Hospital del Tórax, el Hospital de Clínicas, pasen al Gobierno central y en un mes sigue habiendo gente en los pasillos, sáquenos la mugre, ríñanos, pero hoy no está en nuestras manos”, manifestó.

Recalcó que traspasar los hospitales al nivel central sería voluntario. Señaló, sin embargo, señaló que si hay incompetencia, que se pase los hospitales al Gobierno, porque pondrá dinero para mejorar.

Respecto a la implementación del SUS, con el seguro universal, que es rechazado por médicos por las actuales condiciones del sistema de salud, el Vicepresidente pidió que se permita dar el primer paso y que, para adelante, se pondrá más dinero si es suficiente.

Criticó las protestas contra el SUS. Dijo que en ningún lugar del mundo puede haber dirigentes que se opongan a los derechos.