Social
Ante la contaminación
Rescatarán a la rana gigante del Titicaca para conservarla
Un buzo sostiene una rana durante la inmersión realizada en diciembre de 2015. Foto: Arturo Muñoz.


Viernes, 5 Febrero, 2016 - 19:17

Por: Edwin Conde Villarreal - Cronista del Siglo XXI

Un equipo científico y multidisciplinario, conformado por expertos bolivianos y del extranjero, tiene previsto rescatar ejemplares de la rana gigante del Titicaca, con fines de conservación y una futura reintroducción de la especie en aquellas zonas del lago donde ya está ausente.

El anuncio fue hecho por el herpetólogo boliviano, Arturo Muñoz del proyecto Iniciativa Anfibios de Bolivia del Museo de Historia Natural Alcides D’Orbigny de Cochabamba, quien explica que la misión de rescate se efectuará debido a la mortandad masiva del anfibio –especie críticamente amenazada– que se registró en mayo de 2015 en varios sectores del lago.

El equipo multidisciplinario –detalló Muñoz– está conformado por expertos de instituciones mundiales ecologistas como Amphibian Ark, Durrel Wildlife Conservation Trust del Reino Unido, de los zoológicos de Atlanta y Kansas de EEUU. Mientras que Bolivia participará con Iniciativa Anfibios y la Dirección de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, la misión tendrá el apoyo de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN).

La rana gigante conocida como Telmatobius culeus, única en el mundo, resiste a las presiones ambientales como son el ingreso al lago de miles de litros de aguas residuales con residuos sólidos que deterioran su hábitat en el Lago Menor; el proceso de eutrofización que es la proliferación de algas que consumen el oxígeno del agua y originan la aparición de manchas verdes en el espejo lacustre.

Además las algas que son microscópicas, al descomponerse emanan sulfuro de hidrógeno, un gas neurotóxico que aniquiló el año pasado a peces, aves y anfibios.

“Vamos a sacar algunos individuos por si algo pasa con las ranas en el lago, que es lo más probable”, remarcó Muñoz, quien en su última inmersión realizada en diciembre de 2015 evidenció que existen sectores en el Titicaca, principalmente en el lago Menor o Huiñaymarka con una alta concentración química de amonio, fosfatos, nitratos y nitritos; también hay materia sólida suspendida entre las aguas que puede afectar la reproducción del anfibio.

También constató que en aproximadamente 500 Km2 del lago, ya no fue posible encontrar un ejemplar del anfibio, que requiere de aguas muy limpias para el desarrollo de sus huevos. Las plantas donde las hembras solían colocar los huevos –dijo Muñoz– ahora están envueltas con algas que afectará la reproducción de la especie.

Adelantó que la campaña de campo del equipo multidisciplinario que ya se encuentra en el país, tiene previsto iniciarse en la isla de la Luna del lago Mayor, los ejemplares extraídos serán trasladados a Cochabamba al criadero de la organización Iniciativa Anfibios de Bolivia, donde se instala un nuevo contenedor y donde también ya se cuenta con la experiencia desde el 2008 en la reproducción del anfibio en cautiverio.

El Titicaca con una superficie aproximada de 8.400 Km2 es compartido entre Bolivia y Perú, casi el 16,6% representa el lago Menor o Huiñaymarka que se diferencia del lago Mayor o Chucuito por su profundidad media de sólo nueve metros donde ingresan las aguas residuales con nutrientes como fósforo y nitrógeno que originan el temido proceso de eutrofización con la proliferación de las algas microscópicas. Mientras que el lecho del lago Mayor se encuentra a más de 200 metros de profundidad, lo que permíteme que su ecosistema aún no haya sido alterado.

La contaminación del Titicaca se origina por los miles de litros de aguas residuales que provienen de El Alto, Laja y Viacha, llegan al lago por las bahías de Cohana y Aygachi a través del río Katari, que a la vez recibe aportes de otros ríos: Pallina, Seco y Seque. Entre las emisiones existe de todo como aguas domésticas, así como de mercados, de hospitales y postas sanitarias; de industrias, mataderos, de operaciones mineras de Milluni, además de otras que llevan el mortal lixiviado que sale de Villa Ingenio por acumular basura al aire libre, además de residuos sólidos.

Por otra parte, autoridades de Bolivia y Perú firmaron un acuerdo binacional en diciembre pasado, para la recuperación ambiental del lago Titicaca con una serie de lineamientos y acciones para minimizar los impactos ambientales como el tratamiento de aguas residuales y la gestión de residuos sólidos con una inversión aproximada de 600 millones de dólares hasta el 2020.

Sin embargo, las autoridades del propio Ministerio de Medio Ambiente y Agua de Bolivia y del Perú, reconocieron que poco se puede hacer de forma inmediata frente a la proliferación de algas –por ejemplo– por tratarse de un proceso acumulativo ocasionado por la contaminación ambiental en el lago Titicaca. (La Otra Información)