¿La era de industrialización del litio?

Por José Carlos Solón

Este20 de enero de 2023, en la Casa grande del pueblo, se anunció y firmó el convenio entre la empresa nacional Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y el consorcio chino CATL BRUNP & CMOC (CBC) para la implementación de Extracción Directa de Litio (EDL) en los salares de Uyuni y Coipasa. El presidente Luis Arce Catacora afirmó, energéticamente, que “hoy Bolivia entra en la era de industrialización del litio”. El discurso del presidente olvida que, en 2008, el gobierno de Evo Morales, del cuál él era su ministro de Finanzas, realizó un anunció parecido, y que en 14 años no ha habido exportación industrial de carbonato de litio.

El presidente anuncia que esta nueva era del litio se dará con una inversión de mil  millones de dólares del consorcio chino CBC, sin mencionar que entre 2008 y 2022 el Estado boliviano ha invertido más de mil millones de dólares. Basta recordar que, cuando YLB se creó mediante la Ley Nº 928 en 2017,heredó una deuda de 885 millones de dólares, por concepto de “créditos extraordinarios” autorizados por el Banco Central de Bolivia (BCB). Un buen cajero no olvidaría mencionar que ya tiene invertidos una cantidad similar a la que ahora anuncia como novedad. 

Existen por lo menos dos problemas respecto a esta “era” a la cual hace referencia el presidente: uno con relación al cumplimiento de la normativa legal para asociarse con una empresa extranjera, y otro con relación al destino de todo lo obrado.

En primer lugar, según la Ley 928 de 2017, “YLB desarrollará los procesos de química básica de sus recursos evaporíticos con una participación cien por ciento (l00%) estatal para la producción y comercialización de: Cloruro de Litio, Sulfato de Litio, Hidróxido de Litio y Carbonato de Litio…”.Únicamente “procesos posteriores de semi-industrialización, industrialización y procesamiento de residuos, se podrán realizar mediante contratos de asociación con empresas privadas nacionales o extranjeras, manteniendo la participación mayoritaria del Estado”. En consecuencia, cuando hablamos de “EXTRACCIÓN Directa de Litio”, de qué estamos hablando. ¿Bolivia puede asociarse para la extracción con una empresa extranjera? ¿Cómo ha sido redactado el contrato con el consorcio chino CBC en el marco de la normativa vigente? ¿Es un contrato de servicios para la fase de extracción y un contrato de asociación para la fase de industrialización de materiales catódicos y baterías de litio? 

El segundo problema tiene que ver con todo lo actuado. En el salar de Uyuni se invirtieron centenares de millones de dólares en piscinas de evaporación que ahora quedarían relegadas por la extracción directa de litio; se viene construyendo desde 2018 una planta de carbonato de litio de 15.000 TM, a cargo de la empresa china Maison Engineering por valor de 96,1 millones de dólares, que hasta la fecha no se concluye y tampoco puede funcionar a toda su capacidad porque se olvidaron construir de manera simultanea un sistema de aprovisionamiento de agua que recién se adjudicó el año pasado. 

Esta “era” de la industrialización comienza sin plantear una evaluación de todo lo sucedido en los últimos 14 años no exentos de contradicciones y errores. Luis Arce Catacora debe recordar que, en 2019, el problema del litio se dio fundamentalmente por el contrato de asociación entre YLB y ACISA subsidiaria de la empresa alemana ACI Systems GmbH. Este contrato fue abrogado por el gobierno de Evo Morales, y Luis Arce no lo ha repuesto, porque era absolutamente negativo para el país: 70 años de duración, sin pago de regalías, falta de inversión con capital propio, sin compromiso de construcción de la planta industrial de baterías de litio en Bolivia, sin transferencia de tecnología, etc. Muchos de estos graves errores del contrato con ACISA se hubieran podido prevenir y evitar, si hubiera existido un proceso transparente de información y discusión previo a la firma de dicho contrato. 

Hoy Luis Arce Catacora comienza la “era” de la industrialización del litio sin corregir los errores del pasado y sin aclarar en qué consiste realmente esta nueva asociación con el consorcio chino CBC. Si el presidente quiere comenzar la “era de la industrialización del litio” debe ser muy transparente y democrático en cuanto al proceso de extracción e industrialización. YLB debe publicar integralmente el convenio que fue firmado con CBC y todos los estudios a nivel económico, social y ambiental que lo respaldan. 

Es de destacar que los procesos de negociación para la implementación de EDL en el país no se han cerrado. Tanto el presidente como el ministro de Hidrocarburos y Energía han afirmado que se continúa negociando con las otras empresas que propusieron tecnologías de EDL en el país. En este marco, es fundamental que el primer contrato de asociación de esta nueva “era”siente un buen precedente y no todo lo contrario.  Debemos mirar al pasado para imaginar la nueva era, sin tratar de borrar con el codo los errores cometidos.