¿Qué es de la economía comunitaria?

Manuel Morales Alvarez

¿Qué es de la economía comunitaria? ¿Cuántas experiencias sociales y territoriales de este tipo de economía existen en Bolivia?

La economía comunitaria ha sido objeto de un interés decreciente, debido a que el tiempo ha desdibujado su fuerza y la realidad a deconstruido su categorización como sujeto compacto orientado hacia un fin productivo, cuando en realidad cobija a un grupo heterogéneo de productores por cuenta propia. Lejos está los proyectos comunitarios de creación de “mercados campesinos”; la formación de sus propias empresas tipo “CORACA”; la gestión de leyes de fomento como las de la revolución comunitaria productiva, la Ley OECAS y OECOM, o el apalancamiento de sus iniciativas con un vigoroso financiamiento público privado a fondo perdido materializado en el Fondo Indígena. “A fondo perdido” es un concepto que se utiliza en el ámbito financiero y económico para asignar colaboraciones, subvenciones o préstamos que se otorgan a unidades productivas campesinas indígenas y que no necesitan ser reembolsados o devueltos, ni pagar intereses.

Para la población boliviana queda muy claro lo que es la economía privada, la economía estatal y la economía cooperativa, pero tiene una idea muy remota de lo que verdaderamente es la economía comunitaria. Para algunos la economía comunitaria será igual a la economía campesina, indígena originaria, para otros se equipara de forma absoluta con el “sector agrícola no industrial”. 

En la Constitución Política del Estado del año 2009 se reconoce a la economía plural, en el Artículo 306 se dispone: “II. La economía plural está constituida por las formas de organización económica comunitaria, estatal, privada y social cooperativa”. A continuación el texto constitucional da una definición difusa e idealista: “económica comunitaria comprende los sistemas de producción y reproducción de la vida social, fundados en los principios y visión propios de las naciones y pueblos indígena originario y campesinos”

En noviembre del 2009, el Programa de las Naciones Unidades para el Desarrollo PNUD publico el libro “Economía Comunitaria. La Encrucijada de su Reconstrucción” del cual fui autor junto al ex Vocal del Tribunal Supremo Electoral Irineo Zuna. Desde entonces, considero que se debe hacer un análisis en profundidad de esta forma de economía para considerar su vigencia, sus resultados.

Todos los ministro de desarrollo rural y tierras, de desarrollo productivo, de medio ambiente y agua, a excepción del gobierno de Jeanine Añez, han sido parte orgánica de los campesinos, bartolinas, interculturales o indígenas del oriente, ya sea en su condición de autoidentidad o de militancia política en el MAS.  La mayoría de ellos han sido procesados por temas de corrupción y muchos de ellos han llegado a la cárcel, como en ningún otro sector. Por dar algunos nombres: Salvatierra, Romero, Achacollo, Ramos, Cocarico, Characayo, Santos Cruz.

Según datos consignados durante estos años, la participación del sector agropecuario  en la generación del Producto Interno Bruto (PIB) ha variado del 10% (2006-2009) hasta el 12%. La variación se debe a su capacidad productiva y a la relación de proporcionalidad respecto del crecimiento de la minería y los hidrocarburos dentro del PIB. A un incremento de participación en el PIB del sector de hidrocarburos corresponderá una menor presencia del sector agropecuario.

Respecto al aporte de la llamada economía campesina (que no es lo misma que la economía comunitaria) al Producto Interno Bruto, si bien esta se ubica en un 52% respecto de los otros subsectores, sus datos se relativizan cuando se introduce los porcentajes del sector pecuario (principalmente ganadero vacuno y avícola privado) y la transformación en alimentos procesados, con lo cual se reduce su importancia productiva.

No es equivocado afirmar, que el año 2005, cuando Evo Morales asume la presidencia del país, tanto el sector campesino como el sector privado estaban casi en las mismas condiciones de inicio, para comenzar una competición. El sector agroindustrial obtuvo del gobierno de Carlos Mesa y luego de Eduardo Rodríguez Veltzé la autorización para producir soya transgénica RR (resistente al Roundup o glifosato), con lo cual se transformóen el primer producto agrícola de exportación durante estos 18 años. La ventaja estratégica del subsector del agronegocio fue la producción de commodities, es decir de la soya y sus derivados, de la caña de azúcarpara los mercados de Colombia, Venezuela y Perú.

Del otro lado, los productores campesinos, tuvieron la ventaja de partir con el Decreto Supremo de Eduardo Rodríguez Veltzé que consolidaba el acceso al 5% del Impuesto Directo a los Hidrocarburos IDH cada año a favor del Fondo Indígena, con lo cual estaban asegurados de alcanzar niveles extraordinarios de producción agrícola y pecuaria. Si a ello, se le suma el gobierno de Evo Morales, con sus políticas de fomento a través del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, del Ministerio de Desarrollo Productivo y del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, “la cena estaba servida” como coloquialmente se diría. Lamentablemente el Fondo Indígena fue objeto de una gran estafa por parte de los dirigentes sindicales y del mismo gobierno de Evo Morales.

Al cabo de los 18 años, hoy existen unas poquísimas experiencias de economía comunitaria (que serán objeto de análisis en otra oportunidad) en un mar de pequeños productores campesinos por cuenta propia; un sector agrícola industrial jaqueado por los bajos rendimientos en todos sus productos y un entramado estatal con un abanico de recursos económicos que no han prosperado en resultados notables en el ámbito de la producción de alimentos, como sucede en contrapartida en los países vecinos.

Falta aún mucho por trabajar para respondernos qué ha sucedido con la economía comunitaria en Bolivia, esperemos poder llenar este vacío en lo venidero.

2 de septiembrede 2024