Manuel Morales Alvarez
Bolivia vive bajo el yugo del colonialismo de los agroquímicos, situación agravada durante el gobierno de Luis Arce.Vivir bajo el colonialismo de los agroquímicos importados es desde ya un problema sin solución hasta el presente y soportar los efectos en la salud y contra el medio ambiente, es otro problema adicional.
Estas afirmaciones nacen de la evidencia incontrastable de la importación de agroquímicos, incluso prohibidos en otros países, bajo la mirada permisiva de las autoridades correspondientes que no hacen el control respectivo. A ello se suma el ingreso vía contrabando de estos insumos.
Para entender el peligro que se cierne sobre nosotros, partimos por reconocer las afirmaciones de Vargas (2024) quien señala que los “agroquímicos aumentan presencia en Bolivia” y “el departamento oriental (Santa Cruz) tiene la mayor demanda del país en el sector agrícola. Solo en cuestión de agroquímicos, se quedan con el 96% de fungicidas, 97% de herbicidas y 90% de insecticidas importados. Estudios determinan los daños que ocasionan al medioambiente” (https://www.opinion.com.bo/articulo/revista-asi/agroquimicos-aumentan-presencia-bolivia-rodean-mas-200-comunidades-santa-cruz/20240519000053945627.html).
El contexto de este colonialismo agroquímico lo da Gouvea de Andrade (2024) cuando afirma que los “agrotóxicos prohibidos en la Unión EuropeaUE se exportan a América Latina”. MárciaMontanari, investigadora del Centro de Estudios Ambientales y de Salud del Trabajador, del Instituto de Salud Colectiva de la Universidad Federal de Mato Grosso (Neast/IST/UFMT), afirma que una encuesta reciente, con muestras de alimentos consumidos frecuentemente en Brasil, mostró la presencia de 40 sustancias peligrosas, 11 de las cuales están prohibidas en la UE."Europa sigue produciendo estos pesticidas y enriqueciéndose a costa de la salud de la población de los países más pobres"” (https://www.dw.com/es/agrotóxicos-prohibidos-en-la-ue-se-siguen-exportando-a-américa-latina/a-69419119).
Según Montanari, está en marcha un proceso de "contaminación múltiple", en el que tanto el agua como los alimentos se ven fuertemente afectados por sustancias peligrosas. Además, otro efecto secundario se produce en los animales, con énfasis en las abejas.
En los últimos 20 años, Bolivia quintuplicó el volumen en la importación de agroquímicos: solo en 2023, registró el ingreso 152.595 toneladas. Esto ocasionó que, en el mismo período, aumentara nueve veces el valor en dólares que se destina para la compra de estos productos (Vargas, 2024). El Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) estimó, en 2018, que el 14% de la oferta de agroquímicos en el país provenía del contrabando. Eso se traduce en 45 millones de dólares al año.
Dentro de la estructura de costos, los agroquímicos son el producto importado (o de contrabando) más significativo: los agroquímicos constituyen el 65% de los costos; la maquinaria el 22%; la comercialización 10%, y la mano de obra alcanza solo el 3%. Este yugo genera dependencia y colonialismo productivo.
Chinchilla (2024) publica datos que muestran que al menos cinco de los productos agrícolas de consumo cotidiano que se venden en mercados, supermercados y ferias barriales de Cochabamba que contienen residuos de sustancias químicas -varias de ellas plaguicidas altamente peligrosos (PAP)- de acuerdo con los resultados de un estudio de la fundación Agrecol Andes, realizado a partir de muestras colectadas entre junio y julio de este año (https://www.lostiempos.com/actualidad/cochabamba/20241014/detectan-residuos-23-agrotoxicos-cinco-productos-consumo-cotidiano).
En abril de 2022, el Gobierno de Luis Arce emite el Decreto Supremo N° 4702 que libera el arancel aduanero para importar agroquímicos: “ARTÍCULO ÚNICO.- Se difiere de manera temporal el Gravamen Arancelario a cero por ciento (0%) hasta el 31 de diciembre de 2022, para la importación de insecticidas, fungicidas, herbicidas, inhibidores de germinación y reguladores del crecimiento de las plantas y productos similares que en Anexo forma parte indivisible del presente Decreto Supremo”.
Y finalmente, el 24 de agosto de 2024, el Gobierno de Luis Arce aprueba arancel cero para importar agroquímicos y maquinaria agrícola, se trata de la tercera medida asumida tras el acuerdo de 17 puntos en el Diálogo Nacional por la Economía y la Producción. El diferimiento del pago del gravamen arancelario anunciado afecta a unas 77 subpartidas de agroquímicos y se supone que debía entrar en vigor el lunes 2 de septiembre y estar vigente hasta el 30 de junio de 2025. Según el Ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montero, “La importación de maquinaria agrícola no tiene ningún tema fiscal de por medio porque el IVA (Impuesto al Valor Agregado) de importación es cero en este momento; y el gravamen arancelario también fue reducido a cero con este decreto” (https://www.la-razon.com/economia/2024/08/29/el-gobierno-aprueba-arancel-cero-para-importar-agroquimicos-y-maquinaria-agricola/#:~:text=Como%20parte%20de%20los%20acuerdos,maquinaria%20para%20el%20sector%20agroindustrial).
El país está a merced de los agroquímicos, los agrotóxicos, que no son controlados por el Estado Plurinacional de Bolivia y tampoco las autoridades velan por la salud humana ni por la eliminación de la contaminación del medio ambiente.
Se puede afirmar que el gobierno si brinda políticas públicas de fomento al agronegocio, con beneficios puntuales como la eliminación de los aranceles de importación. Empero, trabaja para mantener y consolidad este yugo mayor de los agroquímicos que nos mantiene en la dependencia y en el consumo masivo de productos tóxicos.
Y así, como vamos respirando el humo de los bosques que se queman, vamos consumiendo alimentos fumigados con agrotóxicos, mientras un sector reducido se sigue beneficiando con este negocio en contra del bien común.
15 de octubre de 2024