Mauricio Barcardit: Guataïru de la Autonomía Guaraní Charagua Iyambae

Al enterarme de la partida del Pai Mauricio Barcardit (1936-2020) para el Ɨvɨ Maraëɨ (Tierra Sin Mal), por un instante quedé desconcertado, pero después de recordar nuestras lindas charlas recobré la tranquilidad. Ahí les comparto una:

Una calurosa tarde de noviembre, en un asiento de la plaza de Charagua frente a la iglesia, me senté a charlar con el P. Mauricio. Fue una de las tantas que tuvimos, pero esa fue especial. 

Nuestro encuentro fue casual. Pasaba por el lugar y lo vi en una banca frente a la iglesia. Estaba con su habitual sombrero y el inconfundible hilo de humo que se desprendía de su cigarrillo. Me le acerqué para saludarlo y me invitó a sentarme. Nuestra charla así comenzó:

– qué gusto verlo paiguasu, creo que iba ser un mes que no lo veía por el territorio.
– sí, ayer llegué de Santa Cruz, estuve con el chequeo de mi marcapaso. Todo salió bien.
– ¡qué alegría! y el cigarro, ¿no le afectará?
– ¡eh! ¿qué quieres que hagas? Llevo más de cincuenta años fumando y, en mis últimos de vida, ¿quieres que deje de hacerlo?

A pesar del poco tiempo que nos conocíamos, tejimos una linda amistad. Nos habíamos conocido el 2016, durante el proceso eleccionario de autoridades para conformar el nuevo Gobierno de la Autonomía Guaraní Charagua Iyambae. Y, precisamente, fue el tema autonómico los que nos unió. Una de las primeras acciones que encaramos, junto a la Fundación Centro Arakuaarenda (de la cual era Presidente del Directorio), fue revisar y estudiar los manuscritos que había dejado el P. Gabriel Siquier (más conocido por los guaraní como Tɨaröpiru) y como resultado se publicó el libro “Ñanderu Tüpa Regua Ñande Reko Rupi (Teología Guaraní)”, 2017. Él era un admirador del legado de Tɨaröpiru. Su hablar pausado, suave y acompañado del movimiento de sus manos, me decía:

– ¡sabes! las reflexiones de Gabriel sobre la teología guaraní me han ayudado a entender mi labor misionera en el territorio guaraní.
– paiguasu, ¿en qué consiste esa misión para con nosotros los guaraní?
– ¡sencillo! Como dice el evangelio, de acompañar y no decirles qué es lo que tienen que hacer. Acompañarle en su autodeterminación. Las autonomías indígenas es el camino para no perecer de sus modos de ser. Siento pena de haber llegado a Charagua con las fuerzas mermadas; estaba joven cuando aprendí el quechua, ahora me cuesta más con el guaraní. Pero, lo jóvenes tienen la fuerza y tengo confianza que seguirán el camino de sus abuelos.

Mientras iba escuchándolo, iba pensando en guaraní y decía: él me quiere decir que es el “guataïru” de la Autonomía Guaraní Charagua Iyambae. Es decir, el acompañante, o la persona que decidió compartir nuestro caminar. Era una persona respetada por la dirigencia guaraní y, también, por los no guaraní. Era común verlo compartir tarima con las autoridades; el Mburuvicha Ronald Andrés Caraica solía decir “es nuestro guía espiritual”. 

El sol ya calentaba menos. Después de prender otro cigarrillo, él continuó:

– ¡sabes! yo creo que, las instituciones y organizaciones se tienen que reestructurar para apuntalar la autonomía, porque es ya de toda la población que vive en el territorio Iyambae. Nosotros como misionero del evangelio, también tenemos que repensar, aparte de que ya estamos viejo, la labor pastoral de los laicos tiene que ser fundamental, por ejemplo, se tiene que fortalecer el legado del P. Gabriel con Arakuaarenda, fortalecer la educación productiva con CIPCA, los colegios y la normal tienen que formar personas para que administren la autonomía…

Un grupo de niños pasaban por nuestro lado y se detuvieron para saludarlo al padre. Se le veía que le encantaban los niños. La afluencia de gente en la plaza ya se sentía. Pero aún, había tiempo:

– pai, antes de conocerlo, escuché rumores que barajan su nombre para ser Obispo.
– ¡Jajajaja! Sí, algo me habían dicho, pero sabían que yo no tengo el carácter para esos puestos. A mí me gusta acompañar a la gente en sus movimientos. En una ocasión, yo dirigía una institución y decidí acompañar una marcha, me gané una regañada de mis superiores. Y es que tienen razón, una autoridad tiene que saberse ubicar, es un trabajo muy duro para lo cual no estoy acostumbrado.

La claridad del día le está pasando la posta a la noche. Las luces de la plaza comienzan a prenderse. Los pájaros revolotean en los arboles alistándose para dormir. Y si algo le gustaba al padre, era la puntualidad y cumplir sus compromisos. Cerramos nuestra charla así:

– ¡bueno!, ha sido una linda charla. Iré a cumplir compromisos, tengo que ir a tomar unos mates con mi amiga y de ahí tengo que participar de la misa.
– digo lo mismo paiguasu, fue lindo la charla. Yasoropai!

El 20 de mayo será una fecha importante para muchas personas del territorio autónomo Charagua Iyambae. Me incluyo. Recordaré al padre Mauricio como a una persona práctica, que le encontraba salida siempre a cada situación. Sensible y comprometido con su vocación. Una mano amiga para con mi familia. Un catalán que disfrutaba degustar del asado de chancho. Un auténtico guataïru de la Autonomía Guaraní Charagua Iyambae.