Opinion

LA SOCIEDAD Y EL BICENTENARIO
A ojos vista
Mario Mamani Morales
Miércoles, 23 Enero, 2013 - 16:00

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En el discurso informe del presidente Evo en ocasión de cumplirse el tercer aniversario de la fundación del Estado Plurinacional de Bolivia, se habló de todo menos de lo humano, de la clase de hombre y mujer que proyectamos para llegar al Bicentenario de la creación de la patria.

En los trece puntos propuestos como agenda hacia los 200 años de Bolivia, el Presidente expresó de manera explícita el futuro deseado, aspiraciones y propósitos que la sociedad debe asumir como compromiso moral y material para alcanzar ese nivel de desarrollo descrito, entre otros: eliminar la pobreza, acceso a los recursos básicos, soberanía tecnológica, científica, económica, sobre los recursos naturales, alimentaria…; alcanzar el Vivir Bien.

Tangencialmente se refirió a alcanzar una gestión pública donde se muestre transparencia para tener un Estado fuerte en la premisa de no robar, no mentir ni ser flojo. Señaló que los funcionarios que son corruptos, flojos, mentirosos, ladrones… son engañadores a la patria. Hacia el Bicentenario se debe tener servidores con ética, moral, transparente y sin corrupción, de tal manera que tengamos a Bolivia como país de paz, sin violencia y con seguridad ciudadana.

Determinada la visión hay necesidad de asumir la misión –dirían los planificadores – para movilizar las energías y capacidades de la misma sociedad donde esté presente la mujer y el hombre que alcanzará responsabilidades al llegar al año 2025, cuando Bolivia cumpla los doscientos años de su existencia en el contexto mundial.

El discurso tomó a consideración muchas cosas; pero no alcanzó el nivel de profundidad de atender a la persona como tal. Es que estamos lejos de Vivir Bien si campea la corrupción, la extorsión, el oportunismo, la falsedad, el nepotismo político partidario, el desprecio a la formación académica. Por un lado se hace mención a que hacen falta profesionales para dirigir las empresas, administrar la ciencia y la tecnología, propias o importadas, pero la improvisación, las designaciones a dedo, impiden valorar a quienes sí pueden aportar a la búsqueda de país al que aspiramos.

La sociedad que hemos heredado está caracterizada por el moralismo: todos dispuestos a dictar una lección de moral; es que estábamos (o estamos todavía) regidos por la concepción de vida de “tanto tiene, tanto vales”. ¿En un Estado Socialista la situación debe ser igual? ¿Cómo debe ser la actitud del hombre/mujer frente a la sociedad? ¿Esa actitud se crea, se forma, se facilita? ¿Estamos camino al proceso de cambio en las actuales condiciones? ¿No seguimos formando moralistas que llegarán al Bicentenario con poder? ¿Estamos trabajando en el lado humano?

La visión de sociedad del Estado Plurinacional para llegar al Bicentenario requiere cambios significativos, un desafío para la corresponsabilidad de todos. Aquí toma parte importante la educación, pero ésta no sólo entendida como la escuela, el colegio y la Universidad; más bien hace falta tomar en serio la tarea de la educación permanente, dejada a menos, pues ésta abarca a toda la sociedad y en todas las etapas de la vida.

Trabajar en el lado humano no es tarea fácil, Bolivia como Estado, no es ajeno a las influencias del mundo, a las discusiones de poder hegemónico que tiene que ver con la economía, la política, la dinámica de las sociedades que avanzan a otro ritmo mientras nosotros tratamos de consolidar la nuestra.

La agenda hacia el Bicentenario es macro, requiere ser asumida por la misma sociedad, profundizar su discusión en el lado humano, de personas con carne y hueso, de tener una concepción real del Vivir Bien, con la corresponsabilidad de construir un verdadero Estado Plurinacional, lo contrario significará que el gobierno transite por una vía y la gente de pueblo por otra diferente.

Hacia el Bicentenario nos hace falta trabajar en la trilogía del ama kella, ama llulla, ama sua; sin olvidar lo de ama llunk’u, porque  como van las cosas, éstos últimos son los de más éxito en la sociedad vigente pero que hay que cambiar en los doce próximos años. ¿Será posible?.