Opinion

SINDICATO, EDUCACIÓN Y GOBIERNO
A ojos vista
Mario Mamani Morales
Miércoles, 2 Enero, 2013 - 12:43

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Dentro del sindicalismo boliviano, uno de los sectores que en determinados momentos de nuestra historia tuvo participación descollante dentro de los movimientos sociales, es el que aglutina a los trabajadores en educación, organizados en confederaciones denominados todavía rural y urbano. Muchos de sus dirigentes escribieron su nombre en la historia de las luchas por la conquista de la democracia y las reivindicaciones sectoriales, resistiendo la intención de control del sindicato por parte de los gobiernos de turno.

El magisterio cumplió un rol importante en la lucha por la recuperación de la democracia, una tenaz oposición a los gobiernos de facto y el intento de imponer sistemas educativos que fueron considerados por los maestros como atentatorios para los intereses nacionales. Queda para la historia la propuesta de los diferentes colores de libros (rosado, blanco, azul…), el intento de la municipalización, la descentralización del sistema y el fracaso de la ley 1565, denominado de Reforma Educativa impuesta en 1994.

El magisterio también fue propositivo en la búsqueda de un sistema propiamente nacional, uno de esos trabajos es precisamente: “La Escuela para Salvar la Patria”, poco discutido y difundido entre el propio magisterio, obvio entender que también tiene su cariz político por ser la educación un hecho social.

A partir de 2006, cuando se realiza el Congreso Nacional de Educación en Sucre, donde se aprueban los cimientos de la actual Ley “Avelino Siñani-Elizardo Pérez” , la educación marcha a la deriva, cada maestro y maestra hace lo que puede para sacar adelante el sistema, según reconocen los mismos trabajadores en educación, se intenta dejar atrás el conductismo, se toma todavía  un poco del constructivismo y no se acaba de asumir el enfoque de la educación sociocomunitaria, productiva y descolonizadora que es la nueva propuesta.

El gobierno hace esfuerzos porque se aplique definitivamente el nuevo currículum a partir de la próxima gestión escolar, he ahí el apuro por lograr licenciados y másters a la carrera a través del Programa de Formación Complementaria de Maestras y Maestros, PROFOCOM; pero criticado por las Confederaciones porque presenta muchas debilidades desde su concepción y aplicación. En algunas Federaciones departamentales y regionales del magisterio inclusive se manifiesta total rechazo a la aplicación del currículum.

Hasta ahora el gobierno no ha tenido una franca y decidida oposición a su política educativa porque las Confederaciones del magisterio participan en la discusión y construcción ya no de la Ley 070 sino del currículum y su aplicación; pero la situación puede tomar otro matiz porque en ambos sectores, rural y urbano, habrán nuevos dirigentes nacionales.

El magisterio rural ya lleva a cabo su Congreso Ordinario en Villazón y se anuncia la discusión de la posibilidad de crear un partido político para buscar sus reivindicaciones y tener parte y suerte en las decisiones nacionales, el magisterio urbano también tendrá su Congreso nacional en enero del próximo año y la situación no se presenta nada claro.

En la Confederación de Trabajadores de Educación Urbana de Bolivia, CTEUB, tradicionalmente  tiene presencia dirigencial el Partido Comunista de Bolivia, PCB, que apoya abiertamente al Proceso de Cambio y su política educativa; sin embargo esta dirigencia tiene críticas serias en las bases y se pone en duda su continuidad a la cabeza de los maestros urbanos, por otra parte, su eterno contendor sindical URMA, de tendencia troskista,  tiene a su cargo la dirección de varias federaciones departamentales y regionales; pero también debilitada ahora porque varios de sus dirigentes sindicales de La Paz fueron denunciados por traición a sus bases por el famoso puntaje de evaluación comunitaria para el ascenso de categoría.

Aparece, entonces, el magisterio cuyos militantes responden al MAS-IPSP y solos es difícil que logren asumir la dirección sindical, por lo tanto habrá necesidad de hacer alianzas, pero: ¿entre quiénes? ¿Cuál es el mal menor en este caso? ¿El gobierno permitiría perder una dirección sindical del magisterio? ¿Con una oposición tenaz continuaría la aplicación de la malla curricular? ¿Qué rol jugarán los sectores “independientes” o de otras tendencias políticas? ¿Se discuten estos temas en el magisterio cuando se cierra la gestión escolar? ¿No será a propósito esto de los congresos a fin de año y a inicio de gestión en el magisterio boliviano?

En este panorama, la próxima gestión escolar se advierte difícil si no se corrigen errores y se toman acuerdos de fondo en beneficio del país y su sistema educativo.