Posibles escenarios desde el lado azul: ¿habrá elecciones?

Por Iván Arias Durán

Cuentan que a mediados del 2008, cuando el enfrentamiento entre el gobierno del  MAS y la entonces “Media Luna” había llegado a su clímaxy ante la amenaza de que podía haber una conflagración entre bolivianos y de que podían ser derrocados, en Palacio Quemado, donde era la oficina presidencial, García Linera, Quintana, Chávez, Morales y tres personas más, con los brazos  entrelazados, juraron ante Dios y las deidades andinas que “de aquí, solo nos sacan muertos”.  Con el pasar de los años, después de derrotar a sus opositores de la “media luna” hasta convertirlos hoy en sus aliados, el régimen de Evo Morales, a través de su estrategia evolvente, ha hecho todo para demostrar a los bolivianos que aquel juramento no es una anécdota. En diciembre del 2009, en el VII Congreso del MAS, decía a sus acólitos: “No estamos de paso por el Palacio, no estamos visitando el Palacio, hemos llegado al Palacio para toda la vida”. Y así, en diversos actos machacó y machacó con lo mismo: “Dijimos varias veces, antes en el Palacio, ahora en la Casa Grande del Pueblo, no estamos de inquilinos, no estamos de pasajeros, no estamos en alquiler, los movimientos sociales, el pueblo unido antiimperialista, se va a quedar para siempre. En vano están pensando volver los neoliberales al poder, los vende patrias, los pro capitalistas, los proimperialistas. No somos inquilinos: hemos venido para quedarnos, y ahora para toda la vida”.

Para Evo y sus juramenteros las elecciones son una parodia y, como en toda tiranía, las elecciones solo les sirven si las van a ganar. Hasta principios de agosto de este año, en pasillos de la “Casa del Pueblo” se respiraba optimismo y seguridad en la victoria en primera vuelta, más que por méritos propios gracias a la “desfigurada campaña de la oposición”. Sin embargo desde finales de agosto, las caras largas, gritos de acusación y búsqueda de culpables rondan los salones, pasillos y dormitorios del poder. La catástrofe de la Chiquitania, con más de un millón de hectáreas y el mal manejo de la crisis,  les ha quemado varios puntos en las encuestas. Los bonos de Evo han bajado y ya no es posible, en “condiciones normales”, la victoria en primera vuelta. La segunda vuelta nunca estuvo en sus planes, al extremo que el TSE ni siquiera la planifico ni presupuestó. Lo saben y sabemos que la segunda vuelta, de darse, es revuelta. Ante este contexto, qué se viene? Qué hacer para mantenerse en el poder? Considero que, en un golpe de urgencia, entre los estrategas azulados se desempolvan viejos teatros de acción política y se diseñan otros. Imaginemos algunos escenarios  con “sus palabras” y con algunos apuntes (de mis dudas):

Primero: “esto es pasajero y lo sabremos remontar. Es cuestión de culpar y cortar algunas cabezas oficialistas y opositoras. Hemos demostrado gran capacidad de reinvención y de resilencia ante las crisis. De la pérdida del mar hemos salido sin grandes rasguños. De dónde se sacan que los bolivianos tienen una conciencia ecológica elevada? Saldremos y ganaremos”. (El problema es el tiempo y el hoyo de caída parece ser más profundo.

Segundo: “El acoso a la oposición para inhabilitarla y confrontarla entre sí misma debe profundizarse, esto la anulará. Al extremo que para octubre llegaran sin cabeza y sin rumbo. Nos ayuda a esta estrategia la percepción ciudadana que entre los opositores no hay un presidenciable, sino solo tipos que buscan tener una bancada parlamentaria. Las sociedades no se suicidan, por eso, en octubre la gente tendrá que decidir entre Evo y la Nada, en este escenario, siempre es preferible Evo”. (Sin embargo, el nivel de desilusión y vaciamiento del MAS parece haber crecido inclusive entre sus filas más duras que, ante la caída, estarían migrando su voto castigo a candidatos originarios del proceso de cambio  como Felix Patzi)

Tercero: “Sin dejar de hacer lo segundo, controlamos todos los espacios de poder y el TSE está a nuestro servicio. Las herramientas que tenemos para ganar en primera vuelta son: asegurar a como dé lugar los votos rurales por encima del 90%, el de las áreas periféricas urbanas cautivas encima del 70%, la votación en el exterior en un 80% y subir el fraude por el “proceso de cambio” hasta donde sea necesario.  Hay que minimizar y limitar los controles electorales ciudadanos y visitas internacionales molestosas y metiches. El control de los medios de comunicación de aquí en adelante y para el mismo día de las elecciones debe ser más férreo y habrá que evaluar si el estilo Contreras sigue siendo útil. (El problemita es que ya los ojos internacionales están puestos en Bolivia por el rápido deterioro de la situación en Venezuela y Nicaragua; la demanda que presentara Colombia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que la reelección  no sea un derecho humano, es una espada de Damocles)

Cuarto: “Desde noviembre del año pasado los comités cívicos de Bolivia y muchos opositores han pedido la renuncia del TSE porque el 70% de la gente no confía en ningún vocal de este órgano rector de las elecciones. Para el 10 de octubre hay amenaza de un paro nacional indefinido.  Ha llegado el momento, de escuchar al pueblo. El TSE debe ser denunciado, acusado y cambiado. Entre hacer la convocatoria a un nuevo TSE, hacer la selección, posesionarlos a nivel nacional y completar los tribunales departamentales nos toma mínimo un año. De esa manera se postergan las elecciones hasta que estén dadas las condiciones institucionales para las mismas. Ganamos tiempo. Todos los mandos del Estado se prorrogan y establecemos un año de tregua y de anulación de la oposición. Los empresarios estarían felices porque considerarían que sus negocios no se ponen en peligro y apoyarían ante la seguridad de seguir recibiendo ganancias extraordinarias” (Se tragara el país este cuento? Cuál sería el impacto en la sociedad y la economía?. La gente saldría a las calles para defender las elecciones y el voto? )

Quinto: “Todo lo anterior, incluido un intento de atentad terrorista o golpe de estado fallido que nos obligue a declarar un estado de emergencia y mantener el poder en función de la preservación de los  intereses de la patria. Así, ante la nación dividida, se hace necesario convocar a una asamblea constituyente que construya la unidad en tres o cuatro años”

Ante estos posibles escenarios, qué teatros de acción tiene la oposición? No sería deseable una cumbre nacional opositora que delinee acciones ante la amenaza, después de incendiar la Chiquitania, de incendiar las elecciones? O dejará que los mismos lleguen y recién se den por enterados? O todo lo dicho es pura imaginación negra?