El exministro de Gobierno, Arturo Murillo, pasó su primera noche en el penal de San Pedro, donde deberá cumplir seis meses de detención preventiva en el marco del proceso denominado “Gases Brasil”.

La medida fue dispuesta este sábado por el Tribunal Sexto de Sentencia Anticorrupción y Violencia contra la Mujer de La Paz, tras la audiencia realizada apenas dos días después de que Murillo fuera deportado desde Estados Unidos.

La resolución judicial establece que el exministro permanezca en el penal para reos comunes, pese a que la Procuraduría General del Estado y el Ministerio Público solicitaron su traslado a la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro.

Ambas instancias consideran que Murillo representa un riesgo procesal y que su reclusión en un recinto de mayor seguridad es necesaria para garantizar el desarrollo del juicio.

El procurador general del Estado, Ricardo Condori, confirmó que la Procuraduría presentó una apelación contra la decisión judicial.

El caso “Gases Brasil” involucra la compra de material antidisturbios con un sobreprecio de 2,3 millones de dólares durante el gobierno transitorio de Jeanine Áñez.

La operación, realizada a través de la empresa Bravo Tactical Solutions, generó un daño económico al Estado y derivó en que los recursos fueran transferidos a bancos en Estados Unidos.

Por estos hechos, Murillo fue detenido y condenado en ese país por lavado de dinero y sobornos, antes de su reciente retorno a Bolivia para enfrentar los procesos pendientes en la justicia nacional.