Tras el Cabildo Nacional que se realizó en la ciudad de La Paz la noche del jueves, se suscitó enfrentamiento entre jóvenes manifestantes que protestan contra el presidente Evo Morales contra policías que impidieron su ingreso a la plaza Murillo.

Al final del Cabildo, desde la testera se convocó a la multitud presente que se dirija hacia la plaza Murillo, donde se encuentra el Palacio Quemado y la Casa Grande del Pueblo.

Entretanto, en alrededores de la plaza, seguidores de Evo Morales, entre ellos mineros, instalaron vigilias para defender el centro político.

La Policía, entonces, llevó sus barricadas a calles más alejadas de la plaza, interponiéndose entre los marchistas que salieron del Cabildo y los militantes del MAS.

El punto de conflicto fue la esquina entre la avenida Mariscal Santa Cruz y calle Socabaya, donde la Policía estaba parapetada con escudos y equipo antimotines.

Jóvenes manifestantes se concentraron frente a los policías y, si bien había gritos de actuar sin violencia, empezaron a propinar volapiés a los escudos de los efectivos.

La Policía reaccionó con gasificación y se desató un enfrentamiento que se prolongó por unas dos horas. 

A pesar de que los policías seguían usando agentes químicos para dispersar a los manifestantes, los jóvenes se reagrupaban para resistir. Tomaban con sus manos las granadas de gas para devolverlas al contingente de uniformados. Algunos resultados afectados por el humo y también hubo heridos, entre ellos un camarógrafo de Gigavisión que cubría el enfrentamiento.

El enfrentamiento se extendió hasta la avenida Camacho y parte del Prado. La Policía recurrió al carro Neptuno para disipar a los manifestantes. También hubo detenidos. 

Mujeres comerciantes se quejaron de lo sucedido, puesto que pretendían aprovechar la noche de Halloween para sus ventas.