Indígenas
Ahora los casos son llevados a la justicia ordinaria
Los yamparas sancionaban la violación con “chicotazos”

Jueves, 10 Marzo, 2016 - 14:58

Hasta antes de la Ley de Deslinde Jurisdiccional, emitida en 2010, las autoridades originarias de la nación Yampara del departamento de Chuquisaca castigaban la violación a una mujer con la elaboración de adobes y “chicotazos”, como parte de su justicia indígena, informó a la Agencia de Noticias Indígenas de Erbol el exmallku del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ), Juan Guarayo.

Desde la vigencia de la norma, el panorama cambió dijo la exautoridad originaria de Tarabuco y a su criterio para mal porque ahora estos temas se deben coordinar con la justicia ordinaria y en esa instancia el que cometió la violación sale libre con “coimas”, es decir, pagando dinero, señaló.

Contó que ahora las autoridades originarias pasan el caso de violencia sexual, cuando es comprobado, a la justicia ordinaria.  

“Denunciaban a las autoridades (las víctimas) y las autoridades hacían un diagnóstico; preguntaban ¿Es verdad o no? Ellos comprobaban con el juramento y había testigos, si es comprobado o si había el intento (de violación) se multaba, hasta usaban chicote para buscar la solución, se daba arroba (24), media arroba (12 latigazos), antes con la justicia originaria era bien”, afirmó Guarayo. 

Recordó un caso en particular que fue denunciado ante las autoridades judiciales, pero siendo culpable el originario supuestamente pagó a uno de los fiscales que investigaba el hecho y la investigación se paralizó, señaló.

“En estos tiempos no hemos arreglado ningún caso sobre violación; antes había violaciones ahora también hay, pero eso se arregla más que todo con la justicia ordinaria, pero en la justicia ordinaria no arreglan como debería arreglarse. Yo pienso que en toda Bolivia la justicia no está actuando como debería actuar, para quien tiene la plata para esa persona es la justicia”, protestó el originario yampara.

Otra de las sanciones que daban los originarios de esa nación como parte de la justicia indígena era la expulsión de la comunidad cuando el delito era finalmente comprobado, aseguró Guarayo. 

Un estudio del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), realizado en 2015, dio a conocer esta semana que en algunas poblaciones del área rural, las mujeres que sufren de violencia sexual prefieren callar por vergüenza.

Sin embargo, no sólo identificó la vergüenza como características de este delito, sino también al silencio, miedo e impunidad.

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