Internacional
Sin datos oficiales
La oposición venezolana anticipa que derrotó al chavismo
Saludo. El presidente Maduro votó por la tarde.


Lunes, 7 Diciembre, 2015 - 00:37

En un ambiente de enorme incertidumbre, tensión y con el gobierno bolivariano que reclamó hasta último momento a sus seguidores para que voten, sin datos oficiales la oposición se adjudicaba al cierre de esta edición una holgada victoria en las cruciales elecciones legislativas celebradas ayer. El secretario general de la Mesa de Unidad Democrática, Jesus Chuo Torrealba, que reúne a todo el arco opositor declaró que la diferencia era de 94 a 97 bancas sobre las 167 en disputa del Congreso unicameral, es decir con mayoría de dos tercios. La elección dejaría a los críticos del chavismo con una diferencia a favor de 15 puntos, siempre sin datos oficiales. Anteriormente, trascendió que la encuestadora DatinCorp, que había tenido aciertos en pasados comicios, estimaba en un centenar las bancas y la diferencia porcentual en aquel orden.

El régimen bolivariano extendió más de una hora el cierre previsto a las 18 de los comicios, con el argumento de que había colas aun en muchos centros de votación. La Mesa de Unidad Democrática, el sello con que se presentó la Mesa, reaccionó reclamando que el presidente Nicolás Maduro "acepte lo que ya todos sabemos", sugiriendo que el oficialismo había perdido el estratégico control del Congreso que domina desde hace 17 años. "No tiene justificación esta demora manteniendo los centros abiertos cuando el pueblo venezolano se expresó de manera clara", afirmó Julio Borges, dirigente de la estructura opositora.

Fue todo un dato político de la coyuntura que la demanda de finalizar la votación expresada por un comité de cinco ex presidentes latinoamericanos provocó una furiosa reacción del actual presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, que exigió que los mandatarios sean expulsados del país.

La oposición se expresó todo el día a través de un canal por internet debido a que toda la televisión que cubre las elecciones sólo informa el lado oficialista, en una sorprendente exhibición de censura a la otra vereda. Esos canales hasta muy entrada la noche, no anticiparon datos de ninguna índole sobre el comicio, pero los debates por momentos analizaban las razones del cambio en el ánimo de los lectores en Venezuela y la región.

Desde antes del horario de cierre inicialmente acordado, voceros del gobierno incluyendo Maduro y el propio Cabello, así como una larga lista de militantes, reclamaron que la gente, sobre todo la juventud , que concurra a votar para derrotar a la "ultraderecha", que es el mote que le cargan a los disidentes de la política oficialista. Es la primera vez que se produjo una insistencia de esa magnitud sobre el electorado. El antecedente es el referéndum para la reelección continua que perdió el fundador del modelo Hugo Chávez en 2007, que se produjo en medio de una fuerte abstención oficialista de más del 40%. Una primera observación indicaría, precisamente, que este domingo el presentismo oficialista habría sido menor al esperado. Según versiónes, la concurrencia alcanzó un nivel en torno al 70% lo que implicará, si el chavismo se abstuvo, que las bases opositores concurrieron masivamente.

En ese sentido, el mandatario había afirmado temprano que las elecciones arrancaron "un poco lento". Luego en un twitt muy cauto felicitó a los venezolanos por la elección eludiendo todo triunfalismo. En una declaración previa prometió, además, que espera establecer un diálogo con el nuevo Poder Legislativo que surja de los comicios "independientemente del bando que obtenga la mayoría" de los escaños.

Todo tipo de versiones circulaban anoche antes de conocerse los resultados oficiales. Entre ellas que el régimen puso condiciones a la oposición para informar los datos. Pero la dirigencia de la Mesa de Unidad Democrática negó de plano esa especie. Fue notable que hasta más de dos horas después del cierre programado a las 18 de las elecciones, en todos los canales controlados por el Estado aparecían dirigentes que reclamaban que la gente vaya a votar. Uno de los entrevistados remarcó que mantener abiertos los centros es legal y remató sosteniendo: "No confundirse, Venezuela no es ni será jamás Argentina", en alusión al cambio de gobierno producido en nuestro país.

El gobernador de Miranda, Henrique Capriles, una de las principales figuras de la mesa opositora que reúne a una treintena de partidos, había hecho un insistente llamado a la calma. "Los venezolanos no queremos un estallido social, no queremos una guerra, los venezolanos queremos que triunfe nuestro país, nuestra Venezuela".

Estos comicios se realizaron en un marco social muy complicado y sin precedentes por la profundidad de la crisis. Una inflación superior al 200 por ciento, y una disparada espectacular del dólar paralelo en mil bolívares ayer contra el 6,4 de la primera paridad de las tres hasta 200 bolívares que ampara el gobierno, está haciendo estragos en los ingresos de los sectores más carenciados. Esas masas conformaron tradicionalmente las bases del chavismo y sostuvieron en el poder a Nicolás Maduro, elegido para sucederlo por el fundador del modelo poco antes de su muerte en marzo de 2013. Un mozo del hotel sintetiza el cambio de tiempos al revelar que debió vender su automóvil porque no podía mantenerlo y actualmente, con un ingreso de casi 30.000 bolívares no puede comprarse un par de zapatos que se llevaría todo su salario. (Información tomada de www.clarin.com)