SUCRE
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Padres del Colegio Sagrado Corazón denuncian vandalismo en contra de la comunidad ignaciana

Por Iván Ramos - Periodismo que Cuenta

La comunidad de padres de familias del colegio Sagrado Corazón en Sucre, bajo la administración de la Compañía de Jesús, ha alzado su voz para denunciar una preocupante situación de acoso constante por parte de activistas. Estos actos están teniendo un grave impacto en la salud mental de sus hijos, quienes actualmente se encuentran matriculados en este prestigioso centro educativo.

En los últimos días, los padres han sido testigos de inscripciones y mensajes ofensivos que han sido dejados en los muros del colegio, generando un ambiente de hostilidad e inseguridad. Ante esta alarmante situación, los padres hacen un llamado al sentido común de la sociedad, recordando que los delitos son responsabilidad de individuos y no deben ser atribuidos a la institución en su conjunto.

Con más de 111 años de historia y 450 años desde la llegada de los jesuitas a Bolivia, el colegio Sagrado Corazón es reconocido por su excelencia educativa y por brindar una formación integral a sus estudiantes. En su comunicado, los padres de familia destacan el compromiso y dedicación que la institución ha demostrado a lo largo de su trayectoria.

Los padres enfatizan los daños emocionales que sus hijos están experimentando debido a la constante presencia de mensajes ofensivos en las paredes del colegio. Es lamentable que esta problemática no se limite únicamente al colegio Sagrado Corazón, ya que se han reportado casos similares de acoso y agresiones verbales hacia la comunidad ignaciana en diferentes regiones del país. Incluso, se han registrado incidentes de amagos de peleas entre manifestantes y padres de familia.

Es imperativo que se tomen medidas inmediatas para salvaguardar la integridad de los estudiantes y garantizar un entorno seguro tanto en el colegio Sagrado Corazón como en todas las instituciones educativas. 

Los padres de familia repudian enérgicamente los actos de violencia protagonizados por el sacerdote Alfonso Pedrajas durante su estadía en el país y agradecen el firme interés y colaboración de la Compañía de Jesús en las investigaciones correspondientes.

En solidaridad con las víctimas afectadas por estos actos, los padres de familia esperan que la justicia actúe con rigor para castigar a los agresores y poner fin a esta situación de acoso y vandalismo que afecta la comunidad ignaciana.