PEDIDO URGENTE
Título: 

“No nos hemos ido de nuestro pueblo”: el llamado de la autoridad Uru ante la angustia del lago Poopó

CENTRO DE ECOLOGÍA Y PUEBLOS ANDINOS

Este viernes 14 de noviembre, en una noche cargada de testimonios y preocupación por el futuro de una de las culturas más antiguas del altiplano,    Simeano Valero Mauricio   ex Quta Mallku del lago Poopó y actual Jiliri Irpiri Apu Mallku del Consejo Originario de Gobierno de Naciones, Ayllus y Suyus de Oruro – COGNASOR, junto a su esposa Zenobia Zuna, lanzaron un llamado urgente a las autoridades y a la población del departamento de Oruro: el lago Poopó, madre de la cultura Uru-Murato, está a punto de desaparecer.

“Estamos aquí, no nos hemos ido de nuestro pueblo”, afirmó Simeano Valerio durante la presentación de la investigación resultados del trabajo: “Resistencias y movilidades de una cultura lacustre a la crisis climática: los Uru Muratos del lago Poopó”, realizada por el Instituto de Investigaciones Sociológicas “Mauricio Lefebvre” de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y el Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA), celebrando sus 30 años; en el auditorio de la Carrera de Antropología de la UTO que también apoyó esta actividad.

La autoridad originaria relató que, ante la sequedad del lago Poopó, muchas familias se ven obligadas a buscar sustento en actividades ajenas a su tradición: las mujeres elaboran artesanías y los hombres se emplean en la minería o en trabajos eventuales como la albañilería. La migración hacia Chile o Argentina, dijo Valerio, se ha convertido en una salida forzada por la crisis ambiental.

El estudio “Resistencias y movilidades de una cultura lacustre a la crisis climática: los Uru Muratos del lago Poopó”, impulsado por CEPA en coordinación con IDIS–UMSA y FLACSO de Ecuador, fue presentado por el sociólogo Alfonso Hinojosa, la antropóloga Carol Rocha, y Jorge Loredo, quien participó de esta presentación, mediante video llamada vía internet, desde el Encuentro Mundial sobre Cambio Climático de LA COP30 en Belém, Brasil.

La investigación revela que los Uru-Muratos, habitantes   de las comunidades Vilañeque, Llapallapani y Puñaca Tinta María, son conocidos como los “hombres del agua” por su estrecha relación con el lago Poopó, de donde dependían la pesca y la caza de aves silvestres. Sin embargo, esa relación está en riesgo extremo: el lago, que recibía agua del río Desaguadero, ha perdido gran parte de su superficie y biodiversidad.

Alfonso Hinojosa señaló que hoy en los tres suyus viven apenas mil personas, mientras que el Poopó enfrenta tres presiones principales:

  • Calentamiento global, con un incremento de 2 grados en la temperatura regional.
  • Contaminación minera, especialmente desde Huanuni.
  • Disminución del caudal del Desaguadero, que solo aporta un 80 % del agua debido a posibles desvíos en la zona del río Mauri.

Por su parte, Carol Rocha precisó que la superficie del lago ha disminuido de 2.500 km² a 1.500 km², una pérdida que arrasó con peces, aves, totorales y otros componentes vitales del ecosistema. También denunció la existencia de 440 concesiones mineras que afectan directamente al Poopó.

La crisis ecológica ha provocado efectos sociales profundos:

  • Migración hacia ciudades, Argentina y Chile.
  • Empleo precario en minería y albañilería.
  • Reducción de tierras para agricultura.
  • Pérdida total de biodiversidad en el lago.
  • Mujeres asumiendo el peso económico mediante artesanías mientras los hombres migran por trabajo.
  • Exclusión interétnica y debilitamiento del tejido comunitario.

En noviembre del año 2014, como preludio del colapso, miles de peces ya habían muerto en las riberas del lago Poopó.

Simeano Valero Mauricio y Zenobia Zuna reiteraron: “El lago es nuestra vida”, recordando que mientras el Poopó se extingue, también lo hace una cultura milenaria que ha resistido por siglos en el altiplano orureño.