La construcción de una carretera que deja cicatrices a las comunidades chiquitanas

Por Mercedes Fernández
La Casa Comunal Productiva está construida en 600m2 y un terreno de 3.500 m2 en el barrio Industrial - Candelaria de San Rafael, Tercera Sección Municipal de la provincia Velasco.
Con adornos chiquitanos pintados en sus paredes, la infraestructura es una de las más bonitas de todas las construidas como obras de compensación por los perjuicios en los territorios por la construcción de una carretera.
“Será un lugar de encuentros y reuniones donde llegaremos de las comunidades”, señala la presidenta de la OTB de la comunidad Santa Isabel, Rafaela Putaré Yovio.
Contiene dormitorios, sala de reuniones, cocina, para trabajos artesanales, de computación y formación técnica, cocina, galpón al aire libre para grandes reuniones y asambleas, baños, sala para atención médica y otras instalaciones.
Sin embargo, falta que el título de propiedad se consolide con el municipio, para ello, cada comunidad aporta con Bs 20 por familia, por única vez y con ello, tendrán propiedad sobre su Casa Comunal.
Una asamblea recibió el informe técnico de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) a través de sus técnicos, como Virginia Castro, coordinadora del Plan de Pueblos Indígenas (PPI). La funcionaria informó del proceso y dio detalles de la inversión con fondos de compensación.
Caciques y comunarios escucharon más pasivamente y con una notoria ausencia de preguntas, aunque más temprano se dio a conocer algunos “defectos y consecuencias que viven y vivirán en su territorio”.
Las cicatrices
La comunidad Miraflores tiene problemas de agua y requiere un estudio de calidad de líquido elemento porque ha instalado una chancadora en el lugar. Se manipula el alquitrán, cemento y otros materiales que salen de esa comunidad para proveer los trabajos de la construcción de la carretera.
En San Pablo tienen un pozo que ha sido afectado por la construcción de la carretera al estar muy cerca de ella. Actualmente, la tierra y el barro prácticamente lo taponea. Un pozo artesanal construido por la Gobernación suple en alguna medida la necesidad de agua.
Otro problema que se presentó es que en ese lugar dos personas de la tercera edad a quienes no fueron monetizadas por la afectación a su terreno.
En San Fermín, otra comunidad afectada, sacaron áridos, pero ni siquiera su camino recibió mejoras y mantenimiento, como se habían comprometido. “Solo arreglan la ruta que la ABC transita para llevar y traer su material”, lamentaron comunarios.
Tampoco se mejoró el espejo de agua, ni hubo reforestación, agregaron.
En Villa Fátima se firmó un derecho de vía menor a lo reglamentado. La ley dice 50 metros a ambos lados de la carretera, pero solo se tiene 30 metros y esperan no hayan problemas más adelante.
Otro tema expuesto es los rompemuelles que no son respetado por los transportistas y reclaman sean más altos.
El Gran Cacique de la Asociación de Comunidades Indígenas de San Rafael, Julio Egüez, remarcó que la Casa Comunal Productiva es una construcción necesaria y oportuna para los comunarios. Ya no vamos a peregrinar por un espacio.
“Fue un camino largo, de mucha vigilia y lucha por este derecho. No conformarnos con cualquier cosa. Esto no es un regalo, es una compensación que por derecho nos corresponde y que no cubre los daños efectuados. La carretera es progreso, pero también es intervención en nuestros modos de vida”, remarcó Egüez.