EN UN EVENTO
Título: 

Ministro dice que niños en Potosí recogen mercurio en botellas y ONUDI expresa preocupación

Agencia de Noticias Ambientales

Durante un foro público realizado en la Vicepresidencia, el ministro de Medio Ambiente y Agua, Rubén Méndez, tras poner en duda los resultados del estudio de la UMSA sobre el impacto del mercurio en los pueblos indígenas de la Amazonía, afirmó que los niños en Potosí, recogen de los ríos el mercurio para venderlo. La Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) expresó su preocupación.

“Alguien dijo tengo 66 años y no tengo ningún síntoma de mercurio, y yo le creo, porque yo soy de Potosí y 500 años de vida de Potosí han usado mercurio para la plata y para el oro.  Y, por los ríos de las calles de Potosí cuando llueve sigue corriendo mercurio, y los niños de Potosí siguen juntando en botellas mercurio para vender. No sé si están enfermos”, afirmó ante el asombro de algunos panelistas que compartieron testera.

Durante el foro “Minería aurífera: el mercurio en cuestión” organizado por la Vicepresidencia con el apoyo de la Friedrich-Ebert-Stiftung (FES), el titular de Medio Ambiente y Agua dijo que de niño jugó con el mercurio, en un afán de minimizar los impactos de la sustancia tóxica.

“Yo he vivido frente a la mina, vengo de los campamentos mineros y jugaba con mercurio, habría que validar datos de la UMSA (…). Nosotros como Ministerio junto al Ministerio de Salud estamos haciendo pruebas de mercurio y en algún momento seguramente vamos a convalidar con la UMSA y otros investigadores, fundaciones y vamos a sacar datos verdaderos sobre hasta dónde está afectando (el mercurio) a los seres humanos”, manifestó frente a un auditorio lleno.


Turriles de mercurio incautados a la minería ilegal por la AJAM. Foto: AJAM

Durante su mismo discurso, contrariamente Méndez hizo alusión al Convenio de Minamata y la necesidad de reducir el uso del mercurio en las prácticas auríferas, para cuidar no solo la salud de las personas, sino también del medioambiente, además de destacar la aprobación del decreto supremo 4959 que obliga a los importadores y comercializadores del mercurio a registrarse. Aunque admitió que solo cuatro importadores lo hicieron.

Ante las declaraciones realizadas por el Ministro de Medio Ambiente y Agua, el coordinador del Programa País de ONUDI, Diego Álvarez expresó su preocupación e instó a realizar estudios para ver el estado de salud de los niños a los que hace mención el Ministro.

“La verdad, lo que dijo (el Ministro) sobre la recuperación del mercurio de los ríos por parte de los niños me tiene bastante preocupado; es algo preocupante para tomar acciones, para que no esté contaminado como él ha hecho mención”, dijo en entrevista con la Agencia de Noticias Ambientales (ANA).


Coordinador del Programa País de ONUDI, Diego Álvarez. Foto: ANA

El experto en tecnologías limpias de Naciones Unidas acotó: “cuando se abre la botella ya se está emitiendo gases tóxicos”. Aunque no negó es llamativo que puede ser para los niños que no conocen de sus efectos.

En cuanto a la puesta en duda del estudio de la UMSA sobre los efectos del mercurio en la salud de los indígenas de la Amazonía, señaló que prefiere entender que la sugerencia del Ministro fue en la línea de validar los datos al tratarse de afectación por metales pesados en el organismo.


Draga china en las riberas del río Kaka. Foto: CPILAP

A pedido de la Central de Pueblos Indígenas de La Paz (CPILAP), la UMSA realizó estudios en los organismos de mujeres y hombres de seis comunidades indígenas que ratificaron hallazgos de anteriores exámenes realizados por el Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB) con el apoyo de la Universidad de Cartagena de Colombia.

En ambos casos se evidenció que la contaminación está muy por encima del máximo permitido de mercurio en el organismo, como lo establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) como es de una parte por millón (ppm). Los pueblos más impactados son los Esse Ejjas y Tacanas que superan las 10 ppm, mientras que se halló un caso de una cocinera que marcó 100 ppm, único hallado en la región.