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Trump sale del hospital, pero médicos advierten que aún no está fuera de peligro

Foto tomada de The Hill.

Fuente: RTVE

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha salido este lunes del hospital militar Walter Reed en el que se encontraba ingresado desde el pasado viernes para tratarse de la COVID-19 y ha regresado a la Casa Blanca, pese a que sus médicos han advertido de que "no está fuera de peligro".

Trump ha salido a pie del hospital para montarse en el coche que lo ha llevado al helicóptero presidencial Marine One, que le ha trasladado de vuelta a la Casa Blanca.

En su breve recorrido entre la puerta del hospital y la camioneta, el magnate ha saludado a las cámaras levantando el puño y también el pulgar, dos de sus gestos característicos. El presidente ha dado las "gracias", pero no ha respondido a las preguntas de los periodistas.

Antes de salir del centro médico, el presidente y candidato republicano a la reelección tuiteó: "¡Estaré muy pronto de vuelta a la campaña!".

A su llegada a la Casa Blanca, el gobernante ha subido las escaleras del pórtico sur de la residencia presidencial, se ha quitado la mascarilla y ha saludado la partida del Marine One. Segundos después, el mandatario entró sin mascarilla al interior del edificio.

"No está fuera de peligro", afirma el equipo médico

A pesar de su salida del hospital, el equipo médico del Walter Reed confirmaba que el presidente había cumplido los criterios para obtener el alta hospitalaria y que había sido "un paciente fenomenal". "Durante las últimas 24 horas el estado de salud del presidente ha continuado mejorando", aseveraba Sean Conley. Sin embargo, él mismo reconocía que "no estaba fuera de peligro del todo", aunque tenía permitido desplazarse hasta la Casa Blanca para continuar con su recuperación. 

También aseguró que "en la Casa Blanca tendrá un personal médico prestigioso a su disposición las 24 horas del día". 

Por otro lado, los doctores -que han negado presiones por parte del mandatario "para hacer algo que no supiésemos que era seguro"- han afirmado que no tenido más complicaciones respiratorias, que sus niveles de oxígeno eran normales y que no había presentado fiebre desde hacía más de 72 horas. No obstante, tras el tratamiento -Regeneron- que se ha desarrollado con Trump, este se encuentra en un "terreno no explorado" por otros pacientes y recibirá una quinta dosis de Remdesivir este martes.

A pesar de ello, la evolución del estado de salud del presidente ha sido controvertida desde que fue desplazado al Walter Reed con sucesivas informaciones contradictorias, incluso desde su propio equipo de prensa. Los médicos del complejo reconocieron que en dos ocasiones el presidente tuvo "dos bajadas de oxígeno" y fiebre, lo que motivó su traslado.